ANÁLISIS DEL CADÁVER Nº 2
1. Preámbulo: la fosa de La Romana
Tanto en el caso de c1, que resultó tener tres brazos (uno que salía de la fosa y dos atados a la espalda), como en el de c3, que presentaba "una gran deformación en la cabeza" que nadie había advertido en vida de la niña, las sorpresas aparecían ya en la misma fosa. C2 no iba a ser una excepción. En el diario "El País" del 28 de enero de 1993, se podía leer lo siguiente: "... Según uno de los trabajadores de esta funeraria que participó en la exhumación de los cadáveres, Rafael Carboneres, de 71 años, el aviso llegó a la empresa a la una de la tarde. Este trabajador señaló que los cuerpos estaban enterrados en una fosa de aproximadamente 1,5 por 2 metros, "muy bien hecha", y añadió que reconoció en uno de ellos la cara de c2..."
Tras las autopsias se determinó que las tres cabezas se habían transformado en calaveras, pero Rafael Carboneres -a quien suponemos hermano de José Carboneres, el famoso funerario de "El Amparo" de Alberic-, había sido capaz de identificar a c2 a pie de fosa. Por lo tanto, según este testimonio, el rostro de c2 estaba intacto o, al menos, reconocible. En ese caso, ¿que pasó después para que la cabeza apareciera esqueletizada?
José Carboneres prestaría testimonio el 17 de junio de 1997. 1 "... Que en el levantamiento estábamos los dos, mi hermano y yo..." Sin embargo, su hermano Rafael no fue llamado como testigo. Sus motivos tendrían, pero la omisión de este testimonio deja la impresión de que lo que no cuadra con la versión oficial se ignora.
1
El tema de la noche del crimen y cómo se cavó la fosa merece su propio post. Sin embargo, adelantamos que el 29 de enero de 1993, Carboneres declararía al diario "Las Provincias":
-¿Qué tamaño tenía la fosa?
-Unos dos metros por uno y medio de ancho.
-¿Y es difícil hacerla?
-La tierra era como de oliveral, con poca piedra. Quizá fue cultivo antiguamente aunque ahora está cubierta de pinos y maleza. No era un suelo difícil de cavar. Pero una sola persona emplearía dos o tres noches en hacer esa fosa. Por eso yo creo que han sido varios. Y que sabían lo que se hacían, qué suelo necesitaban.
2. Comienza la autopsia
A las doce de la mañana del día 28 de enero de 1993 se comenzó con la autopsia del segundo cadáver retirado de la fosa de La Romana, que está descrita en los folios 1268-1290 del séptimo tomo del sumario.
"... El cadáver aparece sobre la mesa de autopsias en decúbito lateral derecho, con las piernas flexionadas. La cabeza está separada del cuerpo. En el conjunto óseo craneal, la mandíbula aparece separada del resto. Junto al cadáver aparece el cuero cabelludo desprendido formando un magma en el que resulta diferenciar macroscópicamente su pertenencia a los distintos cuerpos en estudio. Los brazos aparecen en la parte delantera del cuerpo, con las muñecas atadas con una ligadura en forma de grilletes. El cuerpo aparece totalmente impregnado de tierra, en la que se observa escasa cantidad de larvas de insectos. Llama la atención en el primer examen del cuerpo la ausencia de la mano izquierda, que aparece desarticulada de la extremidad distal de radio y cúbito izquierdos, con los huesos del carpo, metacarpianos y falanges diseminados..."
Primera sorpresa. Es vox populi entre los que conocen el caso Alcásser con una cierta profundidad que al cadáver de c2 le faltaba la mano izquierda. Pero... ¿realmente faltaba o es que estaba fragmentada, como se desprende de la imprecisa redacción de los forenses?
Una mano humana consta de 27 huesos. Ocho huesos carpianos, cinco metacarpianos y catorce falanges. ¿Era tan complicado para seis forenses especificar exactamente qué huesos estaban diseminados y cuáles faltaban? Sin embargo, al practicar su autopsia, Frontela afirmaría que faltaban el carpo, la mano y los dedos.
Resulta imposible no mencionar que la única mano del cadáver, la derecha, estaba doblada en un ángulo imposible que los forenses no se molestaron en intentar explicar.
Resulta imposible no mencionar que la única mano del cadáver, la derecha, estaba doblada en un ángulo imposible que los forenses no se molestaron en intentar explicar.
Más adelante, los forenses informaban que el cadáver no llevaba calcetines y que en el interior de los zapatos (unos castellanos Highlanders Snipe de color azul y suela gruesa de goma) había unas plantillas de las usadas para la transpiración. Si la niña tenía problemas de transpiración y había desaparecido en el mes de noviembre, cuando ya empezaba a hacer frío, es más que dudoso que hubiera salido de casa sin calcetines. ¿Qué había pasado con ellos? Frontela advirtió un "... color violáceo en ambos pies, probablemente por desteñido de algunas prendas." ¿Los calcetines perdidos? No aparecieron en la caseta de La Romana y no se encontrarían jamás.
"... En cavidad torácica, la parte superior izquierda aparece fuertemente afectada, con desarticulación del húmero escápula y clavícula de ese lado y desaparición del espacio anatómico subclavio, estableciéndose comunicación entre el exterior y el interior de la cavidad. Esta destrucción de la parte superior izquierda del tórax es probablemente debida a la intervención animal..."
Dorso C2
Sin embargo, la ropa estaba intacta. ¿Cómo era posible que un animal carroñero hubiera devorado la parte superior izquierda del tórax sin destruir la ropa? Y lo mismo sucedía con todo el espacio dorsal y parte superior de la región lumbar: las partes blandas habían desaparecido por completo y el esqueleto estaba al descubierto.
Camiseta intacta de c2, sin desgarro alguno por intervención animal, con dos orificios (¿tres?) producidos por el arma blanca que hirió a la niña. |
"... En la parte anterior del tórax, se observa una zona con abundantes restos hemáticos, que abarca la práctica totalidad de la mitad derecha de la región precordial. En el centro de la misma se observa una solución de continuidad de morfología circular, de unos 3 centímetros de diámetro en la zona correspondiente a areola y pezón derecho con desaparición de éstos..."
A la pobre niña le habían arrancado el pezón y la aréola derechas. Y digo "arrancado" porque según el I.N.T. (folios 831-835 del Sumario), "... Estas características sugieren la acción de un instrumento no cortante aplicado sobre la pieza y que produjo la extirpación de la aréola por un mecanismo inciso-contuso con arrancamiento." Según diría Frontela en la Vista Oral, esto implicaba sadismo mayor y, por tanto, la participación de al menos un tercer individuo de al menos cuarenta años de edad.
El cadáver presentaba infinidad de lesiones, pero eran especialmente significativas las presentes en la rodilla izquierda: "... La pieza... presenta un total de 7 soluciones de continuidad que se disponen unas paralelas entre sí y otras distribuidas aleatoriamente por la superficie de la muestra." No se describe la naturaleza de las lesiones, como se haría con c3, que tenía una en la misma rodilla: "... En su porción central presenta una coloración azulada sobre la que aparece una herida inciso-punzante de grandes dimensiones."
¿Cómo se habían producido estas lesiones, que jamás describió Miguel Ricart en ninguna de sus múltiples declaraciones?
A la pobre niña le habían arrancado el pezón y la aréola derechas. Y digo "arrancado" porque según el I.N.T. (folios 831-835 del Sumario), "... Estas características sugieren la acción de un instrumento no cortante aplicado sobre la pieza y que produjo la extirpación de la aréola por un mecanismo inciso-contuso con arrancamiento." Según diría Frontela en la Vista Oral, esto implicaba sadismo mayor y, por tanto, la participación de al menos un tercer individuo de al menos cuarenta años de edad.
El cadáver presentaba infinidad de lesiones, pero eran especialmente significativas las presentes en la rodilla izquierda: "... La pieza... presenta un total de 7 soluciones de continuidad que se disponen unas paralelas entre sí y otras distribuidas aleatoriamente por la superficie de la muestra." No se describe la naturaleza de las lesiones, como se haría con c3, que tenía una en la misma rodilla: "... En su porción central presenta una coloración azulada sobre la que aparece una herida inciso-punzante de grandes dimensiones."
¿Cómo se habían producido estas lesiones, que jamás describió Miguel Ricart en ninguna de sus múltiples declaraciones?
Primer plano de las lesiones de la rodilla izquierda |
¿Un cadáver de 74 días puede tener la cabeza esqueletizada y la pierna en este estado? Obsérvese el color violáceo del pie, tal y como describió Frontela. |
Los forenses valencianos no fueron muy precisos al respecto, pero Frontela describió tres heridas incisopunzantes en la espalda, cerca de la línea media, las que habían ocasionado los orificios que se advertían en la camiseta. Según la fábula de Miguel Ricart: "... Antonio... clavó su lanzador sobre uno de los cadáveres lanzándolo sobre él, no sabiendo el declarante las veces que lo lanzó..." (Sumario, folios 178-182. 30 de enero de 1993). Pero más tarde declaró: "... Una vez llegados al lugar de destino, y dándose cuenta las niñas de que la referida fosa estaba destinada a su enterramiento, comenzaron a gritar histéricamente suplicando que no las matasen, reaccionando a ello Antonio golpeándolas repetidamente, primero con una especie de honda hecha por él con dos piedras enrolladas en una camiseta y después con un palo, lanzando a continuación un cuchillo que portaba a una de las niñas y clavándoselo en la espalda..." (Sumario, folios 797-799. 11 de marzo de 1993.) Primero no sabía cuantas veces lo había lanzado, y había sido postmortem. Después había sido una sola vez, cuando la niña todavía estaba con vida. No acertó con la verdad ninguna de las dos veces.
3. El proyectil
Dado que había un orificio de entrada y otro de salida del disparo, no debería haber aparecido ningún proyectil por ninguna parte. Sin embargo, según los forenses "... En un momento posterior y al proceder al cernido e inspección sistemática y rutinaria del material contenido en los sudarios, en el correspondiente al cadáver número 2, se halla un proyectil, que es puesto a disposición del Juzgado." 2
Sin embargo, esta descripción no era exacta. Porque en los folios 458-459 del sumario se anunciaba la remisión al Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, en el sobre número dos, de un proyectil hallado en el interior de la mano de c2.
Dado que es imposible que tras un disparo efectuado sobre un cráneo el proyectil aparezca en el interior de la mano de la víctima, las preguntas que surgen a continuación son bastante obvias. ¿Quién puso el proyectil en la mano del cadáver, cuándo y por qué?
Dado que es imposible que tras un disparo efectuado sobre un cráneo el proyectil aparezca en el interior de la mano de la víctima, las preguntas que surgen a continuación son bastante obvias. ¿Quién puso el proyectil en la mano del cadáver, cuándo y por qué?
2
"... En un momento posterior..." ¿Exactamente cuándo? Si fue al inspeccionar los sudarios y apareció en la palma de la mano de c2, tuvo que ser cuando los cadáveres ya habían sido introducidos en los sudarios de plástico blanco que describió Frontela. Es decir, ¡el proyectil no estaba cuando practicaron las autopsias! Sin embargo, no fue eso lo que Ros declaró en el Juzgado de Alzira:
FOLIO 192
COMPARECENCIA.- EN ALZIRA A UNO DE FEBRERO DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y TRES
COMPARECENCIA.- EN ALZIRA A UNO DE FEBRERO DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y TRES
Ante S.Sª, asistido de mi el Secretario comparece, el médico forense de este Juzgado, DON FRANCISCO ROS PLAZA y comparece a los fines de hacer entrega de una bala, que ha sido encontrada en el Instituto Anatómico Forense de esta ciudad, al practicarse la segunda autopsia de las tres fallecidas, y en este acto se reseña la misma como pieza de convicción y queda en el juzgado a los efectos de darle el destino que proceda.
4. La trayectoria del disparo
El orificio de entrada estaba situado en la línea media del occipital, 2,5 cm sobre la protuberancia occipital externa, con una trayectoria ligeramente descendente y hacia la izquierda y orificio de salida a nivel de la pared interna de la órbita ocular izquierda.
Prosiguiendo con el análisis de la cabeza, los forenses hicieron constar que "... En la mandíbula, no se encuentran lesiones a excepción de la pérdida de los dos incisivos mediales. Hay que resaltar que, durante la manipulación de la mandíbula, se produce la caída de otras piezas dentarias...."
Frontela informaba: "... Según los médicos forenses que efectuaron la primera autopsia existía pérdida de dos incisivos mediales, en efecto, faltan los dos incisivos mediales superiores; a nosotros tampoco nos llego el incisivo medio inferior, ni los incisivos laterales superiores, ni el canino superior derecho..."
Dos dientes o seis... ¿Dónde estaban esas piezas dentarias, que no aparecieron en la fosa después de cernir la tierra y estando los cuerpos envueltos en la famosa alfombra?
Prosiguiendo con el análisis de la cabeza, los forenses hicieron constar que "... En la mandíbula, no se encuentran lesiones a excepción de la pérdida de los dos incisivos mediales. Hay que resaltar que, durante la manipulación de la mandíbula, se produce la caída de otras piezas dentarias...."
Frontela informaba: "... Según los médicos forenses que efectuaron la primera autopsia existía pérdida de dos incisivos mediales, en efecto, faltan los dos incisivos mediales superiores; a nosotros tampoco nos llego el incisivo medio inferior, ni los incisivos laterales superiores, ni el canino superior derecho..."
Dos dientes o seis... ¿Dónde estaban esas piezas dentarias, que no aparecieron en la fosa después de cernir la tierra y estando los cuerpos envueltos en la famosa alfombra?
5. Las larvas
En la camiseta aparecían, además de los desgarros producidos por arma blanca, varias larvas que pueden observarse en los ángulos superior izquierdo e inferior derecho de la siguiente fotografía.
Como en el caso de c1, las larvas fueron ignoradas por los forenses, a pesar de que podían indicar la posibilidad de un primer enterramiento, anterior al de La Romana.
Siendo la Calliphora vicina la especie más abundante en la colonización temprana de cadáveres, tomemos como hipótesis que las larvas que aparecen en la camiseta fueran de dicha especie.
Una vez hecha la puesta, las larvas eclosionan en unas 24 horas y pasan por tres fases de crecimiento. A la segunda se llega unas 20 horas después y a la tercera 48 horas más tarde. De modo que el ciclo completo es de unos cuatro días, en condiciones ideales, antes de que las larvas abandonen el cadáver y se dispersen para transformarse en pupas. Como las larvas todavía estaban presentes en el interior del cráneo, si suponemos que estaban en la tercera fase, tenemos un mínimo de cuatro días desde la puesta, plazo que podría ser mayor en función de la temperatura (como se observa en el cuadro de temperaturas en Valencia en el período noviembre de 1992 a enero 1993 del apartado gráficos, el desarrollo normal de las larvas -que se detiene a 5º C- sólo estuvo comprometido unos 15 días), el enterramiento superficial, etc. Aunque el plazo se hubiera dilatado por la caída de temperaturas no parece posible que llegara a 74 días, fecha de fallecimiento oficial de las niñas. Por lo tanto no es aventurado afirmar que estamos ante un segundo enterramiento, hipótesis reforzada por el hecho de que los cadáveres estaban envueltos en una tierra arcillosa distinta a la tierra caliza del entorno de la fosa.
Si el crimen se hubiera cometido en el entorno de la fosa de La Romana, los cadáveres tendrían que haber permanecido cierto tiempo sin enterrar hasta que se realizara la puesta, lo que no cuadraría con la versión oficial. La otra posibilidad es que los cadáveres ya presentaran larvas procedentes de un primer enterramiento o de un lugar al aire libre en dónde hubieran sido depositados previamente, lo que tampoco se ajusta al guión.
Siendo la Calliphora vicina la especie más abundante en la colonización temprana de cadáveres, tomemos como hipótesis que las larvas que aparecen en la camiseta fueran de dicha especie.
Una vez hecha la puesta, las larvas eclosionan en unas 24 horas y pasan por tres fases de crecimiento. A la segunda se llega unas 20 horas después y a la tercera 48 horas más tarde. De modo que el ciclo completo es de unos cuatro días, en condiciones ideales, antes de que las larvas abandonen el cadáver y se dispersen para transformarse en pupas. Como las larvas todavía estaban presentes en el interior del cráneo, si suponemos que estaban en la tercera fase, tenemos un mínimo de cuatro días desde la puesta, plazo que podría ser mayor en función de la temperatura (como se observa en el cuadro de temperaturas en Valencia en el período noviembre de 1992 a enero 1993 del apartado gráficos, el desarrollo normal de las larvas -que se detiene a 5º C- sólo estuvo comprometido unos 15 días), el enterramiento superficial, etc. Aunque el plazo se hubiera dilatado por la caída de temperaturas no parece posible que llegara a 74 días, fecha de fallecimiento oficial de las niñas. Por lo tanto no es aventurado afirmar que estamos ante un segundo enterramiento, hipótesis reforzada por el hecho de que los cadáveres estaban envueltos en una tierra arcillosa distinta a la tierra caliza del entorno de la fosa.
Si el crimen se hubiera cometido en el entorno de la fosa de La Romana, los cadáveres tendrían que haber permanecido cierto tiempo sin enterrar hasta que se realizara la puesta, lo que no cuadraría con la versión oficial. La otra posibilidad es que los cadáveres ya presentaran larvas procedentes de un primer enterramiento o de un lugar al aire libre en dónde hubieran sido depositados previamente, lo que tampoco se ajusta al guión.
6: Examen ginecológico
Y añadieron: "... No se aprecian soluciones de continuidad traumáticas recientes en los repliegues membranosos vulvo vaginales."
En otras palabras, la niña no era virgen y tenía el himen cicatrizado. No se observaban soluciones de continuidad traumáticas recientes, lo que implica que las había, pero no eran recientes. Para entender esto, vamos a remitirnos a un texto especializado en la materia 3 :
"... Al desgarrarse el himen con las relaciones sexuales, queda un tejido cicatricial que se denomina 'carúnculas himeneales' a modo de colgajos que si han existido partos, terminan por desgarrarse, quedando pequeños restos que se conocen como 'carúnculas mirtiformes'. Si el desgarro es reciente, los bordes están rojos, sangrantes y tumefactos, completándose su cicatrización en 3 ó 4 días. Cuando ya se ha producido ésta, es imposible establecer si el desgarro tiene una semana, un año o más..."
Es decir, que tras la autopsia no se pudo determinar si la niña era virgen en el momento de su secuestro. Pero si lo era tenía que haber transcurrido un lapso de tiempo desde que el momento en que sus secuestradores la violaron hasta que la mataron: habría estado con vida al menos 3 ó 4 días, el tiempo mínimo necesario para la cicatrización del himen. Por tanto, si la niña era virgen cuando fue raptada, la versión de Ricart era falsa, porque afirmó que fue asesinada el mismo día de su violación.
Manual de medicina legal y forense. Juan de Dios Casas Sánchez, María Soledad Rodríguez Albarrán. Capítulo 34. Agresiones y abusos sexuales. II.1. Examen de la víctima en caso de mujeres: Pág. 1154, 5º párrafo.
7. La causa de la muerte
Según los forenses, había sido violenta, ocasionada por destrucción de centros vitales encefálicos a consecuencia de una herida por arma de fuego con orificio de entrada a nivel de la línea media occipital y orificio de salida a nivel de la pared interna de la órbita izquierda. El proyectil mágico acabó en la palma de la mano del cadáver.
8. El hallazgo del forense Frontela
Al día siguiente, 29 de enero de 1993, se realizaría una segunda autopsia de los tres cadáveres, practicada por el catedrático de medicina legal de la Universidad de Sevilla, Luis Frontela Carreras (marcado de cerca por los seis forenses valencianos y dos guardias civiles que filmaron todo el proceso) con la ayuda de Luis Antonio Montes Palma, profesor asociado de la cátedra, que se llevó a cabo entre las diecisiete horas quince minutos y veintitrés cincuenta horas.
En la autopsia de c2 (ver sumario, tomo 14, folios 2457-2749), Frontela encontró un objeto en el cadáver, que describió del siguiente modo:
En la autopsia de c2 (ver sumario, tomo 14, folios 2457-2749), Frontela encontró un objeto en el cadáver, que describió del siguiente modo:
"... Una cadena con colgante de Cruz de Lorena, está situada sobre cara anterior de las 3ª-4ª vértebras lumbares..."
Este hallazgo de Frontela iba a hacer correr ríos de tinta, desatando múltiples rumores y especulaciones.
En el subconsciente colectivo han quedado grabadas dos cosas:
- Que los forenses valencianos no advirtieron la presencia de la cruz.
- Que la cruz estaba incrustada en las vértebras.
Sin embargo, la segunda afirmación es falsa y la primera tiene que serlo. Es imposible que seis forenses pasaran por alto la presencia de la cruz, que estaba situada, no incrustada, sobre las vértebras lumbares 3 y 4.
Hay una famosa cita que afirma que cuando se ha eliminado lo imposible lo que nos queda, por improbable que parezca, tiene que ser la verdad.
Por lo tanto, si es imposible que los forenses valencianos (¡seis!) omitieran la cruz de Lorena, y Frontela la encontró en la segunda autopsia, la conclusión es evidente: alguien puso la cruz entre las dos autopsias. ¿Fue eso mismo lo que pasó con el proyectil encontrado en la mano del cadáver?
Hay una famosa cita que afirma que cuando se ha eliminado lo imposible lo que nos queda, por improbable que parezca, tiene que ser la verdad.
Por lo tanto, si es imposible que los forenses valencianos (¡seis!) omitieran la cruz de Lorena, y Frontela la encontró en la segunda autopsia, la conclusión es evidente: alguien puso la cruz entre las dos autopsias. ¿Fue eso mismo lo que pasó con el proyectil encontrado en la mano del cadáver?
La cruz de Lorena, que en realidad era de Caravaca, apenas se menciona en el juicio. José Antonio Cano Llacer, el testigo que dijo haber visto a las niñas en Picassent cuando se dirigía hacia Silla en su motocicleta, declaró lo siguiente:
"... Que con anterioridad esa cadena y esa cruz posiblemente la haya visto, pero en estos momentos la verdad es que no lo recuerdo. Que cuando digo posiblemente creo que si he visto que la llevaba alguna de las niñas. Que no puedo asegurar si alguna de las niñas llevaba una cruz de Caravaca... Que esa cadena y esa cruz no recuerdo si la había visto con anterioridad ..."
Esto demuestra que no se intentó averiguar realmente si la cruz pertenecía a alguna de las niñas. No hay constancia de que se preguntara a sus padres, y la última amiga que las vio con vida, Esther Díez Martínez, declaró lo siguiente en el juicio:
"... Que no me acuerdo si alguna de ellas llevaba esa cadena y esa cruz. Que creo que c2 no llevaba eso. Creo que c2 llevaba plata. Llevaba cadenitas. No me acuerdo bien..."
Las niñas suelen ser muy detallistas y tienen muy buena memoria para esas cosas. Pero, desgraciadamente, Esther no recordaba bien.
Frontela hizo radiografías de los cadáveres. Si los forenses de Valencia también las hubieran hecho se habría podido comprobar si la cruz aparecía en ambas tomas o no. Parece ser que las primeras autopsias no fueron demasiado exhaustivas.
Pero... ¿dónde está el misterio, cuando el diario Las Provincias afirmaba el 29 de enero de 1993 que la cruz de Caravaca era de Miriam, que la llevaba al cuello, y que se la habían comprado sus padres? Años después -el 25 de agosto de 2002- el diario El Mundo citaría a un tal Vicente "uno de los mejores amigos de Miriam, Desirée y Toñi" que "bailó y tomó cubatas con ellas en la discoteca Coolor, de Picassent, aquella madrugada del 13 de noviembre de 1992, cuando los habitantes de Alcàsser dormían". Sin comentarios, salvo aclarar a los lectores no iniciados que, dado que las niñas jamás llegaron a Coolor, difícilmente podían haber bailado ni tomado cubatas con nadie "aquella madrugada del 13 de noviembre de 1992".
"... Que con anterioridad esa cadena y esa cruz posiblemente la haya visto, pero en estos momentos la verdad es que no lo recuerdo. Que cuando digo posiblemente creo que si he visto que la llevaba alguna de las niñas. Que no puedo asegurar si alguna de las niñas llevaba una cruz de Caravaca... Que esa cadena y esa cruz no recuerdo si la había visto con anterioridad ..."
Esto demuestra que no se intentó averiguar realmente si la cruz pertenecía a alguna de las niñas. No hay constancia de que se preguntara a sus padres, y la última amiga que las vio con vida, Esther Díez Martínez, declaró lo siguiente en el juicio:
"... Que no me acuerdo si alguna de ellas llevaba esa cadena y esa cruz. Que creo que c2 no llevaba eso. Creo que c2 llevaba plata. Llevaba cadenitas. No me acuerdo bien..."
Las niñas suelen ser muy detallistas y tienen muy buena memoria para esas cosas. Pero, desgraciadamente, Esther no recordaba bien.
Frontela hizo radiografías de los cadáveres. Si los forenses de Valencia también las hubieran hecho se habría podido comprobar si la cruz aparecía en ambas tomas o no. Parece ser que las primeras autopsias no fueron demasiado exhaustivas.
Pero... ¿dónde está el misterio, cuando el diario Las Provincias afirmaba el 29 de enero de 1993 que la cruz de Caravaca era de Miriam, que la llevaba al cuello, y que se la habían comprado sus padres? Años después -el 25 de agosto de 2002- el diario El Mundo citaría a un tal Vicente "uno de los mejores amigos de Miriam, Desirée y Toñi" que "bailó y tomó cubatas con ellas en la discoteca Coolor, de Picassent, aquella madrugada del 13 de noviembre de 1992, cuando los habitantes de Alcàsser dormían". Sin comentarios, salvo aclarar a los lectores no iniciados que, dado que las niñas jamás llegaron a Coolor, difícilmente podían haber bailado ni tomado cubatas con nadie "aquella madrugada del 13 de noviembre de 1992".
La mención a la cruz de Caravaca de Miriam, en el párrafo "Han sido cuatro golfos"
9. Resumen
Un rostro quizás reconocible que se esqueletiza desde la fosa hasta el Instituto Anatómico Forense de Valencia o en la noche del 27 al 28 de enero de 1993, un cráneo con orificios de entrada y salida ocasionados por un proyectil que después aparece en la única mano del cadáver (doblada en un ángulo imposible), dientes desaparecidos, una cruz de Lorena transformada en cruz de Caravaca que surge de la nada, unas lesiones en una rodilla que jamás describió Miguel Ricart, una mano izquierda amputada (desaparecida, por supuesto, "a consecuencia de la putrefacción"), unos calcetines que se pierden, un tórax destruido por intervención animal que milagrosamente dejó intactas las ropas que vestía el cadáver, un pezón y aréola derechos arrancados (sadismo mayor), dos heridas inexplicables en la espalda (tres según Frontela) que esta vez sí que atraviesan la ropa -pero sólo la camiseta-, fauna cadavérica ignorada, un himen cicatrizado en fecha indeterminada, una gran dilatación anal mantenida de 4 x 5 cm. en forma de embudo (¿tenía Anglés algún palo con forma de embudo o alguna parte anatómica en forma de embudo?)... Demasiados puntos oscuros que la versión oficial no consigue explicar.
ACTA DEL DIA 10 DE JUNIO DE 1997
PRUEBA PERICIAL (Fragmento)
Perito: Respecto a las vértebras y los huesos quizá deberíamos haber sido más exhaustivos en la enumeración y descripción de cada uno de ellos. Respecto a la cruz han puesto de manifiesto la extraordinaria utilidad que ha tenido la práctica de radiografías en el presente procedimiento. Respecto al proyectil o bala, queda por lo menos en el momento en que se produjo el hallazgo del mismo, quedó perfectamente claro que era el proyectil correspondiente o que había causado la muerte al cadáver número dos, y se halló en el sudario, en una posición que pudiera ser entre las manos, creo que ayer quise aclarar que en ningún caso incrustado en las manos. Respecto a la uña...
Defensa: Realmente sobre la bala y el proyectil hay dos versiones y no sabemos cual es, ¿no es eso?, pero lo que está claro es que no apareció en la primera autopsia, bueno, apareció después de la autopsia.
Perito: Yo lo único que le puedo asegurar es que fue encontrado por nosotros en el sudario del cadáver número dos. Respecto a la uña rota, ese fue uno de los hallazgos que realizó el Instituto Nacional de Toxicología con el estudio de las muestras remitidas por nosotros. Respecto a los dos orificios en la ropa que señala el profesor Frontela, perdón, que referimos nosotros en nuestro informe, indica una vez más, la mínima manipulación que hicimos nosotros de las ropas, porque una de las posibilidades que admitió perfectamente mi preclaro colega es la posibilidad de que hubiera otro orificio que por efecto de la humedad y todo esto, pudiera haber quedado modificado, y él en el estudio minucioso si que abre la prenda, la estudia mejor y encuentra ese tercer orificio. Respecto a las características de como estaba atado el zapato es una mera interpretación respecto a la autoría de quien lo ha atado o no lo ha atado. En ningún caso ofrece una argumentación científica que nosotros podamos sustentar. Respecto a los trozos de ropa, ropa, ignoro a que se refiere. Nosotros estuvimos, las ropas las remitimos, pero una de las cosas que se hace inicialmente en cualquier estudio en un laboratorio de criminalística después de haber realizado el examen, es proceder a seleccionar aquellas zonas donde presumiblemente se pueden asentar algún tipo de mancha o indicio, precisamente eso es lo que justifica, sin que quiera decir que eso es absolutamente la verdad, pero eso es lo que justifica que las prendas puedan llegarle al profesor Frontela con algunas zonas que hayan faltado. Respecto al objeto duro en el estómago, precisamente porque no fuimos capaces de interpretarlo lo remitimos al Instituto Nacional de Toxicología, donde fue considerado como un artefacto producido por la putrefacción cadavérica. Respecto al vìdeo le ya he respondido al señor letrado. Respecto a las larvas ya he respondido al señor letrado. Respecto a los lavados ya he respondido al señor letrado y quizás la duda que le pueda plantear al señor letrado es la mano izquierda correspondiente a c3. Esa mano izquierda, dado que no disponíamos de los elementos identificadores de la mano derecha, la remitimos al Instituto Nacional de toxicología, desinsertándola, cortándola nosotros de los restos cadavéricos, precisamente para que se hiciera una reseña necrodactilar, y en el caso que hubiera algún tipo, y para hacer la identificación con la comparación de las huellas obtenidas de esa mano izquierda poniéndolas en relación con las huellas que c3 en vida hubiera dejado en su casa.
Defensa: Muchas gracias Sr. Verdú, ante esta situación mi pregunta es, esta situación tal y como ha quedado contestada por usted. Mi pregunta es, ¿no creen ustedes señores peritos, sin que esto suponga por mi parte ninguna imputación escondida, o mal intencionada, sino simplemente un hecho objetivo a valorar por la Sala, que hubiera sido aconsejable, cuanto no menos imprescindible, que se practicaran las radiografías, que se practicaran los análisis de las larvas, que se practicaran los análisis de los hongos, que se practicaran los análisis relativos a algunos pelos de la alfombra? Que se hiciera la prueba de la fluorescencia puesto que aparecía tierra no sólo en el zapato al que me he referido antes, sino que además de la anomalía en el zapato aparecía esa tierra y esa fluorescencia en otros sitios y en otras ropas de las otras niñas, ¿no creen ustedes que hubiera sido útil haber hecho la prueba de la fluorescencia? Y en relación con el estómago y ese objeto duro, ¿no creen ustedes que se deberían haber hecho exámenes por lo menos microscópicos antes de lavar?, ¿y no creen que no deberían haber sido adecentados en la forma en que ustedes adecentaron los cuerpos y las ropas?
Perito: Respecto al estómago creo que he respondido al señor letrado ya, si que se envió lo hallado en el estómago porque era verdaderamente una incógnita para nosotros, y se aclaró como un artefacto de la putrefacción en el Instituto Nacional de Toxicología. Respecto a las prácticas de radiografías eran absolutamente irrelevantes. Respecto al estudio de las larvas, eran irrelevantes. Respecto al estudio de los hongos eran irrelevantes. Respecto a la fluorescencia, yo no sé si el señor letrado piensa que en un Instituto Anatómico Forense los cadáveres son sometidos a distintas incidencias de muchos, de una luz de láser. Eso es un estudio criminalístico que no corresponde a la autopsia macroscópica que nosotros realizamos. Y en todo caso los datos que puedan obtenerse de el permiten la elaboración de hipótesis muy difícilmente sostenibles de modo científico y finalmente los pelos pueden tener mucho interés su análisis. Pero me parecería una aberración científica decir que por el número de pelos que aparece en una alfombra se puede establecer la autoría de unos determinados hechos o incluso la presencia de un individuo en el lugar de unos hechos...
Gráficos:
Gráficos:
En verde, el hueso esfenoides, que estaba fracturado. |
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Alcàsser. Las primeras autopsias. 2/4:
http://lawebdelassombras.blogspot.com.es/2014/04/alcasser-las-primeras-autopsias-2.html
Alcàsser. Las primeras autopsias. 4/4:
http://lawebdelassombras.blogspot.com.es/2015/10/alcasser-las-primeras-autopsias-44.html
Fuentes:
- Amendt, Jens - Current concepts in forensic entomology.
- Blanco Durán, Juan Ignacio - ¿Qué pasó en Alcácer? Son-Expresión S.L., 1998.
- Casas Sánchez, Juan de Dios; Rodríguez Albarrán, María Soledad - Manual de medicina legal y forense.
- Heard, Brian J. - Handbook of firearms and ballistics.
- Moore, Keith L. - Anatomía con orientación clínica. 6ª Edición.
- Netter, Frank H. - Anatomía humana. 5ª Edición.
- Somoza Castro, Olegario. La muerte violenta. Inspección ocular y cuerpo del delito. Las decisivas primeras 24 horas.
- Sobotta - Atlas de anatomía humana 1. Cabeza, cuello y miembro superior.
- Vista oral del caso Alcàsser.
- http://www.excopesa.es/docs/catalogos/Catalogo_Geco2011_ESP.pdf
- http://datosclima.es/Vientostad.php
- http://www.aemet.es/es/serviciosclimaticos/datosclimatologicos/valoresclimatologicos?l=8416&k=val
- El sadismo mayor como indicio en la elaboración de un perfil criminal: http://lawebdelassombras.blogspot.com/2015/06/alcasser-el-sadismo-mayor-como-indicio.html
- Los cuerpos estaban en una fosa "muy bien hecha": http://elpais.com/diario/1993/01/28/espana/728175617_850215.html
- Todo Alcácer está seguro de que los asesinos eran conocidos de las tres jóvenes encontradas muertas: Las Provincias. Viernes, 29 de enero de 1993.
- Sumario del caso Alcásser:
- Autopsia de los forenses de Valencia. Folios 1268-1290.
- Estudio criminalístico del I.N.T. Folios 806-813.
- Estudio de indicios del I.N.T. Folios 831-835.
- Estudio histopatológico del I.N.T. Folios 858-875.
- Estudio antropológico del I.N.T. Folios 1019-1039.
- Adelanto autopsia Dr. Frontela. Folios 2273-2281.
- Informe autopsia Dr. Frontela. Folios 2457-2749.