Fue un cinco de septiembre de 1997, cuando la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia dictó sentencia por la causa instruida con el número de Sumario 1/93 de Alzira, sobre el rapto, violación, tortura y asesinato de las niñas Miriam García Iborra, María Deseada Hernández Folch y Antonia Gómez Rodríguez, vecinas del valenciano pueblo de Alcàsser.
Se encausaba a Miguel Ricart Tárrega por los delitos de asesinato, violación, rapto, agresiones sexuales, tenencia ilícita de armas y encubrimiento de asesinato.
El tribunal absolvió a Ricart de los delitos de encubrimiento de asesinato, agresión sexual y tenencia ilícita de armas, condenándole como criminalmente responsable por tres delitos de asesinato -como cooperador necesario-, cuatro de violación -en tres de ellos como cooperador necesario- y tres de rapto -con la agravante de despoblado y ensañamiento- a treinta años de reclusión mayor por cada delito de asesinato y a veinte años de reclusión menor por cada delito de violación, así como al pago de las costas y a la multa de cincuenta millones de pesetas a cada uno de los padres y madres de las víctimas, que en el caso de la madre de Desirée se veía incrementada en otros cincuenta millones por el fallecimiento de su esposo con posterioridad a los hechos enjuiciados.
Todo esto, "en compañía de otro varón identificado y que no se encuentra a disposición del Tribunal y posiblemente de alguna persona más..."
He aquí que nos encontramos a Miguel Ricart condenado a 170 años de cárcel. Pero como fue juzgado por el Código Penal de 1973, que recoge un día de descuento de condena por cada dos de trabajo, sobre el máximo legal de 30 años de cumplimiento, podría haber sido puesto en libertad el 22 de mayo de 2011.
Sin embargo, el Tribunal Supremo confirmó la 'doctrina Parot' a Ricart, por la que los beneficios penitenciarios y redenciones de pena por trabajo se aplicarían sucesivamente a cada una de las condenas impuestas. De este modo, Ricart permanecería en prisión hasta el 19 de enero de 2023.
Llega el 21 de octubre de 2013, y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos procede a derogar la doctrina Parot, a raíz de la denuncia presentada por la etarra Inés del Río Prada, responsable de 23 asesinatos.
El Gobierno en un principio señaló que la sentencia se refería sólo a ese caso. Pero, en la práctica, se ha apresurado a poner en libertad a todos los afectados por la decisión del T.E.D.H.: 54 terroristas de ETA, 7 del Grapo, uno del GAL y 14 presos comunes.
Uno de ellos... Miguel Ricart Tárrega, que sale de la cárcel de Herrera de La Mancha en la tarde del 29 de noviembre de 2013.
Miguel Ricart Tárrega nació en Valencia, el 12 de septiembre de 1969, hijo de Miguel Ricart -ebanista- y Encarnación Tárrega.
La madre de Miguel Ricart murió cuando él tenía seis años, el 6 de marzo de 1975, de un ataque epiléptico. Sólo tenía treinta años.
Miguel estudió en el Colegio de niños huérfanos de San Juan Bautista, hasta los trece años, en donde coincidió con su hermana Encarnación.
Al acabar 5º de EGB consiguió una beca para estudiar en la Universidad Laboral de Cheste, en régimen de internado. Pero algo pasó. De ser buen estudiante, empezó a frecuentar malas compañías. La situación se fue deteriorando hasta que las Autoridades del Centro decidieron sancionarle con la pérdida de los derechos de la beca y la expulsión del Centro.
Así que se volvió a Catarroja, incorporándose al Instituto. A los 16 años abandona definitivamente sus estudios y se pone a trabajar en tareas agrícolas, o como barrendero. Comienza a ir a discotecas y se inicia en el consumo de alcohol, hachís, rohipnol y cocaína.
Las relaciones de Miguel con su padre se fueron deteriorando a causa de los castigos físicos a los que le sometía desde pequeño y por el rechazo afectivo que le demostraba, de modo que a los 18 años abandonó el domicilio paterno.
Y se fue a vivir con su novia, María Dolores Cuadrado Badía, "Loli", a Benetúser. Loli había nacido en Oliva, el 25 de mayo de 1969, y tuvo una hija con Miguel en el año 1990, Rosa María. En junio de 1991 dejaron de vivir juntos.
A esto contribuyó el que Miguel dejara de trabajar, así como el alejamiento de su pareja, en el año 1989, cuando se enroló en la Legión como Voluntario Especial, permaneciendo en Málaga durante 18 meses, con un sueldo de 60.000 pesetas mensuales, de las que enviaba la mitad a Loli.
De vuelta a Catarroja, trabajó en un concesionario de Opel y luego en MercaValencia. Pero, finalmente, abandona todo trabajo y se va a vivir a casa de Antonio Anglés, a quien conocía por ser su proveedor de droga, teniendo especial relación con Roberto Anglés, de su misma edad. Ambos consumían drogas juntos y cometían diversos atracos.
Miguel estudió en el Colegio de niños huérfanos de San Juan Bautista, hasta los trece años, en donde coincidió con su hermana Encarnación.
Al acabar 5º de EGB consiguió una beca para estudiar en la Universidad Laboral de Cheste, en régimen de internado. Pero algo pasó. De ser buen estudiante, empezó a frecuentar malas compañías. La situación se fue deteriorando hasta que las Autoridades del Centro decidieron sancionarle con la pérdida de los derechos de la beca y la expulsión del Centro.
Así que se volvió a Catarroja, incorporándose al Instituto. A los 16 años abandona definitivamente sus estudios y se pone a trabajar en tareas agrícolas, o como barrendero. Comienza a ir a discotecas y se inicia en el consumo de alcohol, hachís, rohipnol y cocaína.
Las relaciones de Miguel con su padre se fueron deteriorando a causa de los castigos físicos a los que le sometía desde pequeño y por el rechazo afectivo que le demostraba, de modo que a los 18 años abandonó el domicilio paterno.
Y se fue a vivir con su novia, María Dolores Cuadrado Badía, "Loli", a Benetúser. Loli había nacido en Oliva, el 25 de mayo de 1969, y tuvo una hija con Miguel en el año 1990, Rosa María. En junio de 1991 dejaron de vivir juntos.
A esto contribuyó el que Miguel dejara de trabajar, así como el alejamiento de su pareja, en el año 1989, cuando se enroló en la Legión como Voluntario Especial, permaneciendo en Málaga durante 18 meses, con un sueldo de 60.000 pesetas mensuales, de las que enviaba la mitad a Loli.
De vuelta a Catarroja, trabajó en un concesionario de Opel y luego en MercaValencia. Pero, finalmente, abandona todo trabajo y se va a vivir a casa de Antonio Anglés, a quien conocía por ser su proveedor de droga, teniendo especial relación con Roberto Anglés, de su misma edad. Ambos consumían drogas juntos y cometían diversos atracos.
Pero, oficialmente, ¿qué antecedentes penales tenía Miguel Ricart Tárrega antes de ser detenido por el crimen de Alcàsser?
- Ingreso en prisión el 19 de agosto de 1992, siendo puesto en libertad el 20 de agosto de 1992. Por "utilización ilegítima de vehículo a motor". O sea, por robar un coche.
- Ingreso en prisión el 4 de diciembre de 1992, siendo puesto en libertad el 22 de diciembre de 1992. Por "amenazas y utilización ilegítima de vehículo a motor."
En resumidas cuentas: robaba coches. Ni más ni menos. Aparte de eso, se vio envuelto, de alguna forma, en el famoso secuestro de la joven toxicómana de 20 años Nuria Pera Mateu, realizado por Antonio Anglés el 8 de enero del año 1990, que la prensa presentó del siguiente modo:
Que transcrito a texto, es más o menos lo siguiente:
“Porque se había portado mal”
Piden 11 años para un “camello” que ató a una mujer 24 horas
18.05.1991
VALENCIA. (De nuestra redacción) – El ministerio fiscal de la Audiencia valenciana solicitó el pasado miércoles once años de prisión para Antonio Anglés Martíns, un traficante de drogas residente en Valencia que tras pegar una paliza a una mujer la mantuvo encadenada a una columna durante 24 horas. Al parecer el motivo de la represalia fue que la víctima, adicta a los estupefacientes en aquel momento, le debía dinero a su agresor.
El ministerio público pidió además penas menores para la madre, la hermana y un amigo del acusado por no haber informado de los hechos a la policía, según cita un despacho de Servimedia.
Antonio Anglés ató a Nuria Pera con una cadena de seis metros en una de las pilastras de la vivienda que los padres del detenido tienen en la localidad de Catarroja. Durante el juicio, el acusado reconoció haber realizado esta acción pero la calificó de “tontería”.
La amenazó con un cuchillo
Por su parte, Nuria Pera declaró al juez que el 8 de enero del pasado año acudió al domicilio de Anglés en la capital valenciana para pagar la parte del dinero que le debía por haberle comprado droga y para anunciarle que el resto se lo daría más adelante.
Según su testimonio el “camello“ la golpeó en varias ocasiones y, amenazándola con un cuchillo, la obligó a acompañarla hasta la casa de los padres. Una vez allí, volvió a golpearla y después la introdujo en una habitación situada en el fondo de la vivienda detrás de un corral, donde la encadenó.
Se portó mal
La joven, que ahora sigue un programa de rehabilitación psíquica, tuvo que ser atendida de las heridas que presentaba a causa de su largo cautiverio, cuando pudo ser localizada y rescatada por efectivos de la Guardia Civil.
Por su parte, la hermana del acusado, Dolores Anglés, para la que el fiscal pide una pena de cuatro meses de arresto por omisión del deber de denunciar el delito, manifestó que la agredida no quiso que llamaran a la policía ni le quitaran las cadenas “porque era consciente de que se había portado mal y tenía que pagar por ello.”
Al parecer, Ricart se pasó los días 9 y 10 de enero de 1990 en prisión provisional por no haber comunicado a la policía la retención ilegal de Nuria Pera. Y eso fue todo. Porque en la vista oral, celebrada el 15 de mayo de 1991, Neusa, Dolores (Kelly) y Ricart resultaron absueltos, mientras que Antonio Anglés fue condenado a más de ocho años de prisión, por secuestro y tráfico de drogas.
Esta, más o menos, añadiendo algún que otro atraco a un Banco, era la carrera criminal conocida de Miguel Ricart hasta que se vio envuelto en el triple crimen de Alcásser.
¿Qué puede hacer que un ladronzuelo de poca monta, atracador eventual y ocasional consumidor de drogas, del submundo más marginal de la zona se convierta en un secuestrador, violador, torturador y asesino, presa de todas las parafilias imaginables? Y, además, en subnormal profundo, si pensaba que podría salir impune de semejantes delitos siendo un don nadie. ¿Por qué jugarse todo su futuro en un crimen horrendo de una sola noche?
En sucesivas entregas iremos viendo si semejante transformación ocurrió en realidad o se nos ha intentado hipnotizar con un guión digno de un Oscar de Hollywood.
Bibliografía:
- http://elpais.com/diario/1993/02/02/espana/728607617_850215.html
- http://www.youtube.com/watch?v=Fjd4RiCICkw
- Blanco Durán, Juan Ignacio. ¿Qué pasó en Alcácer? - Son Expresión S.L. 1998
- http://www.lasprovincias.es/v/20131130/valencia/impotencia-rabia-apoderan-padres-20131130.html
- http://www.levante-emv.com/portada/2013/12/01/buenos-recuerdos-ricart/1056211.html?utm_medium=rss