martes, 26 de abril de 2016

Manuel Torres Rodríguez. El niño de Avilés.




El miércoles 18 de abril de 1917, tres niños estaban jugando en la plaza de la Iglesia de la Magdalena, en Avilés. Se llamaban Manuel Torres Rodríguez, Ángel Ovies y Agustín García Sánchez. Entonces se les acercó un desconocido, un hombre muy alto, con una pequeña cicatriz en la cara, vestido con una chaqueta de color café y calzando alpargatas rojas. Les preguntó por la "casa blanca", que resultó ser una fábrica de productos lácteos, la "Suiza Española". Si le ayudaban, les daría unas monedas. Manolín, que por aquél entonces tenía ocho años, se ofreció a mostrarle dónde se encontraba la fábrica, ya que en ella trabajaba su padre, y se fue con él.

Dan las doce de la noche y en casa de Manolín están desesperados ante su ausencia. José Torres, el padre del pequeño, se decide a presentarse en el cuartel de la guardia civil para denunciar la desaparición de su hijo. La búsqueda comienza de inmediato y se empiezan a recibir declaraciones de varios vecinos que afirman haber visto al niño con un desconocido en dirección a La Ceba. Un niño de El Carbayedo, José Rodríguez "El Carolo", aseguró que un desconocido con cicatrices en la cara le había intentado aplicar un pañuelo de olor extraño a la nariz cuando le estaba ayudando a llevar ropa hacia La Magdalena. Otros tres niños de Buenavista, Jesús González, Fermín Pérez Fernández y Belarmino Reguerón, cabreros de La Grandiella, también se habían negado a acompañarle.

Finalmente, el niño apareció a primera hora de la mañana siguiente. Varias vecinas lo encontraron en las inmediaciones de la Peña de San Lázaro, en la vertiente norte del Monte de la Arabuya, entre varios peñascos, boca abajo y bañado en sangre. Pero en el interior de su cuerpo no quedaba ni una gota.

El resultado de la autopsia del pequeño no dejaba lugar a dudas.

"... En el cuello, lado izquierdo, región esterno-cleido-mastoidea, presenta una herida punzo-cortante, muy profunda, de aproximadamente tres centímetros de extensión, transversal al eje del cuerpo. A sólo cinco centímetros, aparece otra herida similar pero tan profunda, que el tejido adiposo y músculo esterno-cleido-mastoideo, así como las vértebras cervicales y todo el paquete arterio-yugular aparecen seccionados. Extraído el corazón, se observa la total ausencia de sangre en aurículas y ventrículos, de la misma forma que se observa también la misma circunstancia en las venas y arterias del cuello, de todo ello se deduce una muerte por hemorragia que debió de provocar el óbito en breve espacio de tiempo.

Añadimos también, que la herida más profunda del cuello, presenta unas marcas en sus bordes que hacen pensar además de en un arma inciso-cortante, en la existencia de algún tipo de esfuerzo más o menos grande y mecánico de absorción, dada la dimensión, profundidad y limpieza del agujero existente en esa zona..."

La investigación se cierra en torno a un forastero, Ramón Cuervo, de 26 años de edad, llegado recientemente de Cuba, aunque natural de Santa Cruz de Llanera (Asturias). Todos los testigos lo reconocen como el acompañante del pequeño Manolín y el farmacéutico del pueblo declara haberle vendido un frasco de cloroformo la mañana anterior al día de los hechos. Cuervo es detenido el sábado día 21 y la guardia civil tiene que evitar que los vecinos lo linchen. El sospechoso niega en todo momento su participación en el crimen.

Ramón Cuervo, también conocido como "Ramón de Paulo", había emigrado a Cuba. En 1914 había enfermado de tuberculosis pulmonar, que se le diagnosticó cuando trabajaba en una papelera de Sagua La Grande. Llegó a caballo a Avilés el 18 de abril y se alojó en el bodegón de Pablo Alonso, Casa de Pachón, en Llano Ponte.

El juez instructor, Eduardo Prada Vaquero, toma una decisión insólita: las heces del reo serían analizadas en busca de sangre humana. Y la tierra no se abrió bajo sus pies. Acaso el juez pensaba que la sangre podía pasar a través del tubo digestivo del acusado sin ser digerida. Los Masai, por ejemplo, se alimentan de carne, leche y sangre del ganado. Sea como fuere, las pruebas dieron el siguiente resultado:

"... Se observan en las muestras dos porciones de distinto aspecto, dando positiva una de ellas en el test de Weber (muestra para detección de sangre oculta en deposiciones, test de Weber-Guayaco) con una fuerte reacción y no encontrándose en el reo causa física u orgánica que pueda haberla provocado.."

Por el motivo que fuera, a Ramón Cuervo, que llevaba varios días negando su culpabilidad, le entró de repente un gran deseo de confesar. Se derrumbó el martes 24 y llamó al juez de guardia para declararse culpable, haciendo la siguientes manifestaciones:

"... Ignoro cuántas fueron las puñaladas que di a aquel muchacho, y si cuando me retiré después de succionarle su sangre quedaba aún con vida. En aquél día no sé lo que me pasaba, todo fue muy rápido. Hecha la punción, absorbí la sangre del niño, pero solo una bocanada, sin manchar mis manos, ni mis ropas, limpié la navaja contra las hierbas. Sentí nauseas, me levanté y nada más..."

"... En 1914, trabajaba en una papelería en Sagua la Grande (Cuba) cuando comencé a encontrarme mal. Me diagnosticaron tuberculosis y sabía que iba a morir. Había oído hablar de brujos negros, que todo lo saben, y fue uno de ellos llamado «El negro Francisco», quién me indicó lo que debía hacer para sanar de mi enfermedad, bebiendo la sangre de un jovenzuelo pronto estaría curado..."

Por acuerdo unánime de la Corporación de Avilés, se propuso al Consejo de Ministros que distinguiera como mejor considerara al juez de instrucción del partido judicial, el citado Eduardo Prada Vaquero, al objeto de premiar las diligencias por él practicadas, que habían llevado al esclarecimiento, detención y confesión del culpable.

El final de esta historia está sumido en la niebla. Se rumorea que cuando la guardia civil lo trasladaba a Oviedo para la ejecución de su sentencia -cuyo contenido se desconoce-, Cuervo se lanzó del carro que lo transportaba y desapareció en la espesura. Nunca más se le volvió a ver.




Una cura de la tuberculosis mediante ingesta de sangre humana... De la sangre de un niño... ¿De toda la sangre de un niño?

¿Qué porcentaje de seres humanos estarían dispuestos a escapar de la muerte de semejante forma? No parece muy normal que nadie con un mínimo de humanidad esté dispuesto a hacer algo tan terrible.




Salvo que todo sea mentira, excepto la muerte del pequeño Manolín.




Fuentes:


  1. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1917/04/21/016.html
  2. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1917/04/24/005.html
  3. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1917/04/24/015.html
  4. http://www.abc.es/abcfoto/revelado/20150619/abci-crimenes-ninos-infanticidios-201506182017.html
  5. http://www.elcomercio.es/v/20120415/aviles/sacamantecas-aviles-20120415.html
  6. http://leyendasyfabulas.com/ramon-cuervo-el-vampiro-de-aviles/
  7. http://www.grupoalpha.org/index.php/expedientes-alpha/164-el-ultimo-sacamantecas
  8. http://www.lne.es/aviles/2011/01/31/comarca-expediente-x/1026993.html
  9. http://web.psoe.es/aviles/news/177733/page/aviles-ano-1917-cuando-calle-la-camara-paso-denominarse-calle-jose-manuel-pedregal.html

domingo, 24 de abril de 2016

Alcàsser. Leandro Martínez Toledo.


En primer término, Esther, Leandro, Marisa y Pepita


Fernando Martínez Laínez recoge declaraciones de varias amigas de las niñas, pero entre ellas no se encuentra, curiosamente, la del protagonista de nuestro artículo. Ni tampoco me viene a la memoria ninguna entrevista, como no las hay, salvo error, de Soria Chaveli, Hervás o Cano Llacer, que tampoco aparecen como protagonistas de ninguno de los capítulos de "Sin Piedad". Tampoco hay ninguna declaración suya recogida en el Sumario del caso, a pesar de que quizás pudiera aportar información valiosa sobre los hábitos de las niñas, ni se le citó para el juicio.




Leandro Martínez Toledo, que al parecer era novio de Miriam en la época de la desaparicion de las niñas -aunque hay controversia sobre si ella estaba empezando o no a conocer a otro chico, Salvador Hernández Fito-, aparece citado en tres de los capítulos del libro de Martínez Laínez: "Marisa", "Matilde" y "Esther".


Marisa

"... La que tenía el horario más flexible era la pobre Desi, que el año pasado se encaprichó de un chaval de Silla que era muy bonico, pero ni siquiera llegó a salir con él. Miriam iba con un chaval del pueblo que se llama Lean, de Leandro; y Toñi, nada..."

"... Miriam, cuando venía a COOLOR, siempre se marchaba a las nueve y media, porque era la hora que le marcaban sus padres, y como iba con el chiquito ese, el Lean, pues él la bajaba y la subía, no tenía problema; pero cuando perdía el autobús y no estaba Lean, tenía que apañárselas por su cuenta, como las demás..."

"... Yo, el viernes no vi a Miriam, pero ella había quedado en verse con el Lean en el local de los recreativos ZASS, que está aquí en Alcásser, o en la discoteca; y, si no, luego a las nueve y media, de vuelta al pueblo. A la que vi el viernes fue a Desi, que estuvo conmigo en clase ese día. "Me voy a Valencia a comprarme unos zapatos, ¿te vienes?", le dije. Y ella me dijo: "No, no, que tienen que pasar Toñi y Miriam a por mí." "Pues vale, cuando venga de Valencia ya os buscaré." Yo llegué de Valencia hacia las ocho y cuarto y lo primero que hice fue llamar a Ester. "¿Ésas están en tu casa?", le pregunté. Y me dijo: "No, ya se han ido." "Pues me voy a ZASS a ver si están por ahí", dije yo. Y cuando comprobé que tampoco estaban pensé: pues vale, y me vine a casa; y a las diez y media empezó a llamar por teléfono Luisa, la madre de Toñi, preguntando por su hija, y le tuve que decir la verdad, que no sabía nada. En seguida llamé a la madre de Desi, y me dijo que tampoco había llegado. Eso ya era un poco raro porque pasaba un poco de las once, demasiado tarde para ellas, pero le dije para animarla que a lo mejor habían perdido el bus. Yo esperé un poco más en casa y, luego, hacia las once y media, me fui al pub Confeti, donde a las doce vino el Lean a buscarme a ver si sabía algo, y le dije: “No sé nada”. Entonces me fui con él a ver a los padres y por el camino Lean me dijo que si yo sabía con quien se habían subido que se lo dijera, porque los padres estaban ya hechos polvo y se imaginaban lo peor. Puede que el Lean estuviera un poco celoso de que Miriam estuviera con otro chico, aunque él para dárselas de duro no quisiera reconocerlo, y menos delante de mí, porque se imaginaba que yo luego se lo diría a Miriam y esas cosas a los chicos les sientan muy mal. Así es como reaccionan ellos, aunque las chicas también hemos hecho nuestras tonterías y tenemos manías bastante estúpidas. Yo creo que Lean quería a Miriam, aunque con esa edad tampoco se puede decir que se quiera para siempre. Habían estado bastante acaramelados casi dos años, pero Miriam era muy reservada y es muy difícil saber lo que había pasado entre ellos. El caso es que Miriam le dijo un día a Lean que le gustaba otro chico de Silla, que había conocido, y que lo sentía mucho, que quería que siguieran siendo buenos amigos. Pero Lean eso le sentó muy mal y se puso muy furioso. Debieron de tener un par de escenas que a Miriam le dejaron muy mal sabor de boca, pero ella no comunicaba sus problemas, se los guardaba dentro enteritos, aunque luego le daba por escribirlos. Pasaba muchas horas en su casa escribiendo.

Después de haber roto con Lean, ella sufrió bastante y debió de darse de darle muchas vueltas al problema porque, finalmente, cambió de opinión y volvió con él. Fue a buscarle una vez y se lo dijo con la misma sinceridad con la que antes le había dicho lo del chico de Silla. "Me he equivocado, Lean quiero que volvamos a salir juntos". Y Lean le dijo que sí, pero sin demasiado entusiasmo. Se le veía un poco quemado y con ganas de no comprometerse demasiado. Seguramente, pensaba en el servicio militar, que ya le tocaba, y en que tendría tiempo para ver mundo y conocer a otras chicas, pero el caso es que él tampoco le dijo que no, y volvieron a verse. No sé muy bien por qué no estuvo Lean esa tarde en la discoteca, o a lo mejor fue un rato y se marchó pronto; pero el caso es que; pero el caso es que; cuando Miriam subió, él ya no estaba allí, así es que Miriam no fue a COOLOR para ver al Lean, como se ha dicho.

Lean y yo estuvimos con los padres un buen rato esa noche, y yo les dije -porque Ester me lo había confirmado- que habían ido a COOLOR y habían subido a dedo. Entonces fue cuando supusieron que les tenía que haber pasado algo y empezaron los lloros."


Matilde

"... Y esta otra nota que dejaste... ¿Por qué estabas tan triste, hija? ¿Qué te había pasado? Debió de ser por lo de Lean, pero yo ya te dije que aquello te lo tomaste demasiado en serio, y que no tenías que haber dado tantas confianzas a ese chico. Hecha polvo debías de estar para decir esa monstruosidad de que deseabas la muerte rápida... Si hasta parece que tenías premoniciones, como si algún mal espíritu te hubiera hecho caso cuando lo escribiste...

La vida pasa deprisa para algunos. Pero mi corazón llora y muere de tristeza. Al verme en un error de la vida deseo la muerte rápida..."

"La de horas que te pasabas escribiendo en tu habitación, y cuántas vueltas debiste de darle a ese primer amor que se te metió en la cabeza... Con tu madre no tenías problema y me lo podías haber dicho, pero al repasar tus notas, cuando vino ese periodista, he comprendido lo infeliz que fuiste cuando tus ilusiones quedaron rotas; y todo por empeñarte en salir con Lean, que ahora está haciendo la mili y el otro día, ya lo vi, te dejó flores en la tumba por tu cumpleaños. Si comprendo bien lo que escribiste, yo creo que al principio os llevasteis bien, pero luego dejasteis de quereros..."

"... Ahora me voy, Miriam, y mañana vendré otro ratito a verte... Cuánto me pesa saber que sufriste tanto por esas cosas de Lean, que la vida te hubiera enseñado, de haber vivido un poquito más, que tampoco eran tan importantes, porque tú eras muy joven, y a esa edad la vida te va escarmentando rápido y lo que se te figura importante, al día siguiente ya no lo es, y las preocupaciones se van como vienen y se olvidan... Y eso es lo que tú hubieras hecho, casarte con un buen chico que no te hubiera hecho sufrir, tener muchos hijos y vivir, sobre todo vivir, que es lo que no te han dejado..."


Esther

"... Miriam era la más guapa. Hacía ballet en el Instituto y quería ser bailarina. La gimnasia le gustaba y le había dado un buen tipo. También era bastante reservada para sus cosas íntimas... Miriam se lo callaba todo, a lo mejor había salido con un chico y no te lo contaba... se lo callaba. Siempre estaba pensando.

Sí, fueron algo así como novios, y él se llama Lean, que en realidad es Leandro. Ahora está en la mili y se dedica a la naranja. Alto, muy fuerte, hacía pesas y kárate, y con decirte que calza un 45 te harás idea de lo chicarrón que es... Pero habían roto, Miriam tenía nobleza y, aunque callada, planteaba los problemas de frente. Rompió con el Lean porque había conocido a otro chico, así es que habló con él y se lo dijo: 'Lo siento mucho, pero he conocido a otro chico en la acampada del Instituto y me gusta. Lo siento.' El Lean estaba que alucinaba, y aquello le sentó fatal, pero no le quedó más remedio que aguantarse.

 Regañaron, pero, luego, al oír el disco de Peter Sealing que Toñi nos dedicó, a Miriam se le agolparon los recuerdos de su antiguo novio y le dio pena. Estuvo llorando toda la noche pensando en el Lean, en el daño que ella creía que le había hecho, y como era tan sensible fue a verlo otra vez, a hacer las paces, y a decirle que estaba arrepentida de lo que le había dicho. Hubo reconciliación -nos dijo Miriam-, pero el Lean se hizo un poco el duro y lo aceptó sin demostrar mucho deseo, dejando ver que tampoco estaba impaciente. Debió de ser una actitud calculada pero accedió a que volvieran a salir juntos y quedaron en verse, aunque no en la discoteca, porque Lean, a última hora, decidió no subir a COOLOR. Miriam no fue esa tarde a la discoteca por el Lean, y no tenía mucho interés en ir..."

"Esa tarde, las tres, acompañadas de Vanesa, que también era muy amiga, se fueron a eso de las cinco y media a los recreativos ZASS a jugar a las maquinitas, pero en realidad debieron de ir porque Miriam quería ver al Lean, que estaba jugando al billar. Bromearían un poco entre ellas y luego decidieron venir a verme a mi casa..."




VISTA ORAL SUMARIO 1/93
28/05/1997

FRANCISCO ANTONIO SORIA CHAVELI
AL LETRADO DE LA DEFENSA

Que el amigo que me llamó para que fuera a declarar a la guardia civil era Leandro Martínez.

Que era del grupo de amigos que conocía a las niñas.
Que no era del instituto.

Que la misma noche que desaparecieron por la noche dijo "no puede ser, yo las he visto esta tarde".

Que lo comenté el viernes trece. Lo comenté sobre las dos de la madrugada o cosa así con Leandro.

Que se sabía que habían desaparecido.
Que estábamos en la puerta de casa de Toñi cuando lo comentamos.
Que Leandro Martínez es el amigo que las conoce más y que salió con una de ellas.



SUMARIO 1/93 - FOLIO 643
MANIFESTACIÓN DE SANDRA LEAL GALÁN.

En Picassent (Valencia), siendo las 17,50 horas del día 18 de Noviembre de 1.992, personado en estas dependencias en compañía de su madre Dª Josefina Galán Manzano, acredita llamarse como queda dicho, con D.N.I. núm. 45.XXX, nacida en Valencia el 02-10-77, hija de Pedro y Josefina, domiciliada en Alcácer (Valencia), calle Colón nº XX-X.

PREGUNTADA para que diga si conoce a las jóvenes de su localidad que faltan de su domicilio, dice sí, conozco a las tres.

PREGUNTADA para que diga de qué las conoce, dice con Antonia somos como familia, conociéndonos desde pequeñas, con las otras el trato es de amistad.

PREGUNTADA para que diga el último día que las vio, dice a la llamada Antonia la vi el miércoles día 11 pasado, a la llamada Miriam la vi el 9 ó 10 en el autobús y a Desirée, el sábado anterior en la discoteca Coolor junto con las otras.

PREGUNTADA para que diga si acuden frecuentemente a la discoteca Coolor o si bien frecuentan alguna otra discoteca, dice que solamente la de Coolor, los sábados y domingos.

PREGUNTADA para que diga si tiene conocimiento de que alguna de sus amigas tuviese algún problema bien con la familia o con algún amigo, dice de Antonia no tenía ningún problema, en cuanto a Miriam, no sé cómo quedó con Leandro.

PREGUNTADA para que diga si tiene conocimiento de lo que le pasó a Miriam con el citado Leandro, dice solamente se que se enfadaron, se juntaron, se volvieron a enfadar, pero desconozco cómo quedaron.

PREGUNTADA para que diga si en alguna ocasión le han comentado que se marcharían de casa o que tenían intención de visitar algún lugar, dice no me dijeron nunca nada.

PREGUNTADA para que diga si tiene conocimiento de que alguna de ellas acostumbrase a pasar noches fuera de casa, dice en ocasiones Miriam se quedaba en casa de su prima en el mismo Alcácer y Antonia en mi casa, de la otra lo desconozco.

PREGUNTADA para que diga el motivo por el que cree que faltan de su casa, dice la Antonia, al ser muy miedosa, no creo que se haya marchado por su cuenta y me lo hubiera dicho.

PREGUNTADA para que diga los amigos y amigas más cercanos a las tres jóvenes Sara, Ester, Marisa y yo, sí bien con éstas se guardan las distancias.

PREGUNTADA para que diga si tiene algo más que manifestar, dice que la Antonia me dijo en una ocasión que le gustaría ir a Tarragona a casa de su tío, no teniendo más que manifestar en lo que me afirmo y ratifico, firmando ésta mi manifestación una vez de leída por si y encontrarla conforme en unión del Instructor y su madre en Picassent, siendo la hora, día, mes y año anteriormente consignados.





Fuentes:



  1. Fernando Martínez Laínez. Sin Piedad.
  2. Vista oral del caso Alcásser, sumario 1/93.
  3. Sumario 1/93 (Caso Alcásser).

viernes, 22 de abril de 2016

Alcàsser. Versión digital de la entrevista a Fernando García en Cambio 16.



Puede que algunos lectores hayan observado que, aunque en el post anterior se reproducía la entrevista a Fernando García en Cambio 16, no se mencionaba dicha revista entre las fuentes del artículo.

Esto se debe a que la fuente de donde está tomada es un libro, el único referente al caso Alcàsser -salvo error- que me faltaba por conseguir, uno que buscaba periódicamente por Internet y que, finalmente, apareció. Sólo había un ejemplar, pero pude hacerme con él.

Me refiero al libro "El asesinato de las niñas de Alcácer" de Magdalena del Amo-Freixedo, que tanto se había resistido a incorporarse a los otros que, de una u otra forma, trataban del caso.

Pensaba incluir una copia digital de las páginas del libro en dónde se reproduce el artículo, pero ahora, gracias a un amable lector, he conseguido las dos páginas de la revista original para añadir al post, una vez confirmado algo que ya sospechaba: que en el libro se reproduce el artículo de la revista y, sin solución de continuidad, sin advertírselo al lector, y con el mismo formato pregunta-respuesta (P. - R.), se enlaza con una entrevista de la propia Amo-Freixedo a Fernando García. Para complicar más el tema, Amo-Freixedo se dirige a Fernando García utilizando la primera persona del plural. "En nuestras charlas...", "... le preguntamos...", etc.

En definitiva, en lo que parece ser la segunda parte del artículo se mencionan unas querellas posteriores a su fecha de publicación, por lo que es evidente que se trata de dos entrevistas diferentes. Algunos ejemplos de querellas puestas o anunciadas, todas ellas posteriores al 21 de abril de 1997, son:


1997.06.21: El director general de la G. Civil, Santiago López Valdivieso anuncia la posibilidad de presentar una querella contra los que criticaron la labor del Cuerpo, una vez terminado el proceso judicial y dictada sentencia.


1997.10.02: Beltrán (el fiscal jefe del TSJ-CV) denuncia por calumnias a Fernando García y J.I.B. En días sucesivos, la junta de fiscales se solidariza con Beltrán y extiende sus críticas a Canal 9, la TVV.

1997.10.03: Los médicos que hicieron las autopsias estudian denunciar a Fernando García.

1997.10.23: El tribunal del caso Alcácer denuncia a Fernando García por decir que el fallo estaba dictado de antemano. Seis guardias civiles estudian denunciar a F. García, Canal 9 y Tele 5 por calumnias.

1997.11.13: Nueva denuncia de Beltrán contra J.I.B. por supuestas calumnias vertidas contra él en una revista de Gandía.

1997.12.20: Fernando García declara como imputado por ocho presuntos delitos de calumnias.


A continuación, tal y como había adelantado en los comentarios al post anterior, incluyo, en formato gráfico, las dos páginas del artículo de Cambio 16, seguidas por las siete páginas del libro de Magdalena del Amo-Freixedo en las que se hallan ambas entrevistas:














Fuentes:


  1. El asesinato de las niñas de Alcácer. Magdalena del Amo-Freixedo. Bell Book. Mayo 1998.
  2. Cambio 16. Nº 1325. Lunes, 21 de abril de 1997. Artículo "Interior teme desenmascarar la trama". Emiliano González.
  3. Diario "Las Provincias", varios números de 1997. (Querellas).
  4. Diario "Levante-EMV", varios números de 1997. (Querellas).

sábado, 9 de abril de 2016

Alcàsser. La entrevista a Fernando García en Cambio 16.




Cambio 16
Interior teme desenmascarar la trama
Lunes, 21 de abril de 1997
Emiliano González

P. Usted mantiene que Anglés es, junto con Ricart, el cabeza de turco elegido por una red u organización.
R. En el lugar en dónde se hallaron los cuerpos de las niñas se encontró un trozo de un volante de ingreso en la Seguridad Social de Anglés. Y en un chalet de Villamarchante (Valencia) donde se dice que se refugió Anglés [durante su huida] también se encuentran unas fotografías de Anglés. Es decir, que por donde va pasando va dejando un rastro de fotos, documentos... Anglés y Ricart son los transportistas, los que las entierran. No creo que Anglés llegara a contribuir directamente a la muerte de las chicas.
P. No se han encontrado pelos ni fibras de Anglés, ni en los cuerpos ni en la casa abandonada donde se dice que ocurrieron los hechos.
R. No se han encontrado rastros de Anglés, pero de Ricart tampoco. No hay nada en los 5.000 folios del sumario. Ricart pienso que no participó casi nada o nada en los hechos. Ha firmado unas declaraciones dirigidas por alguien. Y en la casa abandonada donde dicen que ocurrió todo sólo se ha encontrado un pendiente de mi hija. Nada de pelos, sangre o fibras. Las niñas nunca han estado allí. Anglés tampoco. La misma gente que dejó el caminito de volantes y fotos de Anglés puso el pendiente.
P. ¿Y Ricart está dispuesto a cargar con los tres crímenes?
R. Le han amenazado con hacerle la vida imposible en la cárcel, le han leído las cartilla de todos sus delitos pendientes. Las niñas estaban muertas y enterradas, y el cuerpo de élite de la Guardia Civil lo sabía.
P. Desde antes de que fueran encontradas.
R. Sí. Esperaban a que pasara el tiempo.
P. ¿Qué le hace pensar eso?
R. Yo vivía con ellos el día a día de la búsqueda. Si hay un ansia por buscar, por saber, se nota. Y cuando hay apatía, también se nota. Ahora sé que el plan era poner a las niñas en un lugar en donde se le pudiera cargar el muerto a alguien. Por eso las cambiaron de fosa.
P. Eso explicaría que la tierra adherida a los cadáveres no sea de la fosa.
R. Efectivamente. Además, según la Guardia Civil, a las niñas las ejecutan a pie de fosa. Pero no hay ni una gota de sangre en el lugar. ¿Sabes lo que dice el teniente coronel Carrascosa? Me lo dijo delante del ministro Jaime Mayor Oreja: «Es que llovió mucho.»
P. ¿Qué cree que ocurrió realmente?
R. A las chicas las convencen para ir a una casa grande donde había una fiesta.
P. ¿Cuántas personas cree que habría en esa fiesta?
R. Eso sería mucho conjeturar. He oído comentarios de que son personas que hacen ese tipo de orgías de sexo y sangre, y que son mucha gente.
P. Usted ha sugerido que para infligir esas heridas hace falta tiempo y más de dos personas.
R. A mi hija le falta una mano, una mano que no se encuentra en ningún sitio; no está. Algunas personas entendidas me han dicho que al final de la orgía, los más fetichistas desembolsan una suma de dinero y se llevan una parte del cuerpo. La mano de mi hija está en el cajón de alguien, que la tiene de trofeo. Pero es que en la mano que le queda, las uñas se las han arrancado, y para arrancarle las uñas a una mano hace falta un instrumento; no se puede hacer con cualquier objeto. Pienso que eso no es obra de Anglés y Ricart, no es obra de unos, como nos han contado, que llegan, cogen a las niñas, las llevan a un huerto, las violan repetidas veces y las matan. No. Las lesiones se han producido con un ensañamiento, un regocijo... y unos materiales, instrumentos determinados que no se llevan en el coche. Las niñas fueron empaladas vivas, así lo demuestran las dilataciones de hasta siete centímetros en sus anos y vaginas. Y les arrancaron los pezones con tenazas.
P. ¿Cuánto tiempo cree que duró el martirio?
R. Quizás seis, siete, ocho o nueve días. Así lo cree el profesor [Luis] Frontela [catedrático de Medicina de la Universidad de Sevilla, que realizó un análisis pericial de los cadáveres a petición de Fernando García]. Tienen cicatrices en las muñecas... y sabemos que una herida no puede cicatrizar en un cuerpo muerto. Cicatrizaron porque estaban vivas.
P. Los informes forenses también han sido causa de polémica.
R. Lo primero que se hace cuando llegan los cuerpos al Anatómico Forense de Valencia es lavar los cadáveres con una manguera, con lo que cualquier prueba se va con el agua. Dejan los cuerpos impolutos, antes de hacer cualquier prueba. El forense que presenta la exhumación observa una gran deformación en la cabeza de mi hija. Luego, en el Anatómico Forense, eso no se detecta. Analizando las fotografías con lupas vimos que el cráneo de mi hija está unido con un alambre a un objeto desconocido. Lo que pone en el informe forense es que, analizados los cuerpos, no se observa ninguna cosa extraña, que la muerte se ha producido por destrucción de centros vitales: un tiro en el cráneo. Pero no hablan de la infinidad de lesiones... Y las ataduras son muy profesionales. Las colgaron del techo con las manos hacia atrás.


Tipo y objeto de las ligaduras, según Frontela



P. Hay 17 pelos que sobreviven al lavado.
R. Luis Frontela me comentó que había 27 en las ropas, que también fueron lavadas. La mayoría de ellos eran púbicos. Pero es que a la autopsia realizada por Frontela asistieron los seis forenses que habían hecho los informes anteriores, para vigilarle. Un documento escrito por Frontela, que tengo yo, muestra que uno de ellos le dijo: "Profesor Frontela, está haciendo una autopsia muy minuciosa, y eso no es lo acordado." Mi primer abogado, Luis Miguel Romero Villafranca, escondió el documento. Por eso lo eché.
P. Esta supuesta conspiración incluye jueces, guardias civiles, forenses, abogados... Hasta ha acusado a Rafael Vera.
R. La mayoría son manipulados y siguen órdenes. Frontela me comentó que Rafael Vera le llamó y le pidió como favor personal que hiciera un examen minucioso de los cuerpos. Entonces Frontela se personó en el Anatómico Forense de Valencia. Pidió entrar, pero le dijeron que había una contraorden y le impidieron el acceso. A lo mejor fue una treta de Vera: queda muy bien y se sale con la suya.
P. ¿Cree que hay personas poderosas detrás de todo esto?
R. Está claro. Por eso Interior teme desenmascarar la trama. Por eso lo tengo que hacer yo. Es mi cruzada particular.


El dossier de Fernando García en el Ministerio del Interior

En nuestras charlas con Fernando García le preguntamos acerca de sus querellas:

P. Fernando, ¿cuántas querellas tienes?
R. Pues mira, tengo la del juez, la del fiscal, la de Carrascosa, la de los forenses de Valencia, la de Calvé, la de Solana, la de Bermúdez de Castro... y no sé si habrá alguna más por ahí.
P. Y todos esos nombres de gente conocida, ¿de dónde los habéis sacado?
R. En un dossier que yo entregué en el Ministerio del Interior al ministro Mayor Oreja, iban los nombres de Calvé, el ex gobernador de Alicante, Bermúdez de Castro, el productor de películas y otros.
P. Y, ¿qué tienen que ver con el caso? No entiendo muy bien la relación.
R. Pues, me llegó la información de que [...] hacía películas snuff.
P. Pero esto, ¿te venía de una fuente fiable?
R. Sí, de la policía.
P. ¿De la policía de dónde?
R. De la policía de Madrid. Habían estado investigando y cuando habían llegado a ellos, una mano poderosa los quitó.
P. ¿Hacían películas snuff?
R. Sí.
P. Pero, ¿con animales o con personas?
R. Con personas.
P. ¿Cuándo supiste esto?
R. Hace tiempo, unos dos años. He estado indagando sobre esto y esta fuente me dijo que [...] se había llevado 2.000 kg. de cocaína que eran para quemar. Se la había llevado para él y sus amiguetes. A [...] llegué por fuentes diferentes. La policía me dijo que por aquí se organizaban orgías de este tipo y me pasaron unos documentos contándome lo que ellos habían averiguado. Me empezaron a llegar informaciones sobre ciertos personajes de Madrid que tenían historias raras... Entonces ibas casando unas cosas con otras. Por otro lado, algunos periodistas habían investigado a estas personas y se encontraban con esto. Y [...] se dedicaba a hacer películas snuff.
Otra fuente me comentó que a una de las niñas del grupo [...], del cual producía las películas, la dejó embarazada y tuvo que hacerle un aborto que por poco le cuesta la vida. Hacía "castings" de niñas y abusaba de ellas.
Con toda esta información hicimos un dossier y lo pusimos en manos del ministro Mayor Oreja. Era lo que veía más lógico. Yo creí que me iba a echar una mano.
P. Y qué pasó?
R. Parece que estuvo investigando un tiempo hasta que alguien le dio la orden de abandonar.
P. ¿No supiste nada más?
R. No. Lo que sí supe fue que él había enviado aquí a Valencia para que investigaran qué había de cierto sobre lo que se decía en el dossier... y tengo que decir que uno de sus directores de gabinete me llamó y me dijo: "Tengo que decirle de parte del Ministro que se están investigando en Valencia algunas cosas y hay mucho más de lo que usted nos ha dicho."
Supe que el Ministro había enviado a un grupo de élite denominado "los Patas Negras" y se pusieron a investigar el dossier, pero les cortaron las orejas a todos. Algo muy gordo hay detrás de todo esto. Hubo alguien que me dijo que el problema que tienen ellos es que es un problema de Estado.
P. ¿Cómo? ¿Por qué un problema de Estado?
R. Hay gente que mata por placer, por dinero y por poder... Para comprar voluntades de gobierno. La técnica que utilizan es invitar a una sesión de esas y grabar a los asistentes... Luego chantajean. Alguien me dijo que en la embajada de [...] tenían cogido a uno que había participado en una de estas orgías de sangre y muerte.
Después me puse en contacto con el General de Información de Servicios Especiales de la Guardia Civil, el general Muñoz. Le di una copia del dossier y le conté además otras cosas que yo sabía. Le dije que en los papeles de CESID estaba el nombre de mi hija.
P. ¿En los papeles del CESID?
R. Sí, porque el CESID estuvo investigando a políticos y descubrió lo que estaban haciendo algunos... En los papeles del CESID está el nombre de las niñas de Alcácer. Cuando le conté esto al General, le pareció que lo que yo le estaba contando era algo del otro mundo... y me prometió que si algo había de cierto en todo esto, iba a salir a la luz. Daba igual que se tratara de D. Fulano que de D. Mengano. Lo que sí tenía claro él es que viendo las diligencias que había hecho la Guardia Civil en el sumario... constituían un delito y que iban a rodar cabezas, pero no de los simples guardias sino de los jefes. Pero todo se quedó en agua de borrajas. Alguien le dijo que se desvinculara del caso.





ABC. Cuatro de febrero de 1997. Páginas 9 y 122:






Fuentes:


  1. http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2006/574/1162072814.html
  2. http://elpais.com/diario/1997/04/21/madrid/861621854_850215.html
  3. El asesinato de las niñas de Alcácer. Magdalena del Amo-Freixedo. Bell Book, 1998.


viernes, 8 de abril de 2016

Alcàsser. Puenteando a Fernando García.



A Fernando García Mediano había cosas que no le cuadraban. Frontela ya había hecho las segundas autopsias y Fernando no sabía todavía cuáles habían sido sus conclusiones, pero estaba claro que había algo raro. La prensa estaba filtrando datos sobre lesiones aparecidas en los cuerpos de las niñas que Fernando no se creía que hubieran podido realizar dos camellos del tres al cuarto como Antonio Anglés y Miguel Ricart.

Decidió ir a ver a su abogado, Luis Miguel Romero Villafranca, el decano de los abogados valencianos que tan amable y desinteresadamente se había ofrecido a representarlo. Fernando le preguntó si sabía algo del informe de las autopsias del profesor Frontela. Romero pareció incómodo e intentó quitarle importancia a las conclusiones del forense sevillano. Pero Fernando no podía olvidar lo que le había dicho un miembro de la U.C.O.: "Solicita otro forense. Hay gato encerrado. Te lo digo como padre."

Fernando se dio cuenta de que Romero tenía un problema con Frontela: o no simpatizaba con él o bien le resultaban molestos sus hallazgos. Así que, dos semanas después del entierro de las niñas, Fernando se fue a Sevilla para hablar con el forense Luis Frontela Carreras. Ya que Romero Villafranca no quería colaborar, tendría que enterarse de primera mano. Tenía que saber qué le habían hecho a las niñas.

Frontela se quejó a Fernando. No había manera de ponerse en contacto con Romero Villafranca. Por más que le llamaba y le pedía que se ocupara de gestionar la realización de determinados análisis criminalísticos, el abogado le ignoraba. Frontela le decía que le iba a enviar un fax y Romero Villafranca apagaba el fax. Fernando se volvió para Valencia y se fue a ver a Romero Villafranca... "Que Frontela me dice que le pide cosas y usted no le hace ni caso... y que hay más personas involucradas, además de Anglés y Ricart." Romero Villafranca le reconoció que podía haber una tercera persona. Fernando contestó que había más, que según Frontela había pelos de hasta siete personas.

El análisis de los pelos iba a traer un nuevo enfrentamiento. Fernando ya estaba con la mosca detrás de la oreja en cuanto a su abogado, y ahora le tocaba hablar con el juez, porque Romero Villafranca le había dicho que éste no quería abrir más diligencias.

Fernando se fue a ver al juez de Alzira, José Miguel Bort Ruiz, que se negó a recibirlo. Fernando se lo tomó con calma. "Pues aquí me quedo hasta que me reciba", le dijo a la secretaria. Y se sentó, dispuesto a aguardar lo que hiciera falta.

Al final Bort no pudo soportar la tensión de tener a Fernando García en la sala de espera y le hizo pasar. Fernando tenía que subir el segundo escalón o, si se quiere, atravesar la segunda línea de defensa del Sistema. El primero había sido Romero Villafranca. Ahora le tocaba el turno al juez. "Mi abogado me dice que le ha solicitado que se realicen unas pruebas forenses para enviárselas al profesor Frontela y que no hay forma de que se hagan". Bort empezó a poner excusas y Fernando le cortó: "No quiero excusas, quiero resultados." Entonces Bort cometió un grave error, tiró de galones y le dijo a Fernando: "Pues... ¿sabe qué le digo? Que aquí mando yo y hago lo que me sale de los cojones". Entonces Fernando, sin alterarse lo más mínimo, le contestó: "Bien, pues voy a convocar una rueda de prensa y voy a decir que en este juzgado se hace lo que le sale a usted de los cojones".

Bort se puso lívido. Rogó a Fernando que no hiciera eso, que se ocuparía de tomar medidas.


Bort y Cualladó, muy sonrientes a pie de fosa


Ya lo creo que las tomó… las de Villadiego. El juez pidió el traslado, alegando depresión, y fue enviado a Palma de Mallorca. ¿Y quién lo sustituyó? Su recambio no fue designado por sorteo, sino por un procedimiento de alta tecnología. Tecnología digital. Primero fue Alicia Valverde Sancho, la juez que había autorizado el registro en casa de los Anglés el día del salto del hombre araña, y luego Ángeles Fons Cualladó, la divertida secretaria del juzgado nº 6 de Alzira, la que había redactado el acta del levantamiento de los cadáveres en La Romana, ambas por designación indiciaria. (Realizada con el dedo índice, no porque hubiera ningun tipo de indicios).

Cuando Fernando abría una puerta, se le cerraba otra. A menudo, una de las que había conseguido abrir. Romero Villafranca le cerró el sumario tres veces porque, según él, todo estaba muy claro. La primera vez, Fernando García estaba en Barcelona y volvió a toda prisa a Valencia para pedirle explicaciones. Al final, se reabrió el sumario... Con el tiempo, Fernando cambiaría varias veces de abogado porque ninguno tenía la iniciativa que necesitaba el asunto... o no quería tenerla.

La cosa ya había empezado mal desde los primeros compases del caso, lo que Fernando advirtió al observar que los supuestos encargados de la investigación se dedicaban a jugar a los marcianitos, como alguno que otro de nuestros abnegados parlamentarios, que se dejan la vida por el pueblo. Fue más tarde cuando se reveló la triste verdad: lo que pasaba es que, desde el principio, los investigadores sabían que estaban buscando cadáveres. Aunque no dijeron cómo habían llegado a esa brillante conclusión.

Después había venido lo del papelito a pie de fosa, sobreviviendo a los vientos. Más tarde, la interrupción misteriosa de la toma de fotografías en el levantamiento, y el traslado de los féretros al cuartel de Llombai, en lugar de llevarlos directamente al Instituto Anatómico Forense. Alguien que al parecer sabía de lo que hablaba, le dijo a Fernando que el acta del levantamiento oficial no era la que se había escrito a pie de fosa, sino que se había reescrito más tarde y se notaba.

Fernando estaba empezando a ponerse paranoico. Y con razón. Porque los hechos hablaban por si mismos. "Entre el Fiscal General de Valencia, mi abogado -decano por aquel entonces del Colegio de Abogados de Valencia- y el Director del Instituto Anatómico Forense... entre ellos lo cogieron todo para que no se les fuera nada de las manos". Y es que, aunque todavía no era plenamente consciente de ello, Fernando García tenía enemigos por todas partes. Por todas.






BOE 312. Viernes, 30/12/1994. 39337
28898. Real Decreto 2357/1994, de 2 de diciembre, por el que se nombran Magistrados a los Jueces a quienes corresponde la promoción por el turno de antigüedad.

De conformidad con lo establecido en los artículos 131.3, 311, 316.2, 326, 329.1 y 334 de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, en los Acuerdos de Pleno de este Consejo General de 7 de marzo de 1990 y de 12 de febrero de 1992; mediante Acuerdo de la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial en su reunión de 29 de noviembre de 1994,

DISPONGO:

Uno.- Se promueve a la categoría de Magistrado a don José Miguel Bort Ruiz, Juez con destino en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Alzira, el cual pasará a desempeñar la plaza de Juez de Primera Instancia número 13 de Palma de Mallorca…




BOE 26. Jueves, 30/01/1997. 2946
1707. Orden del 21 de enero de 1997 por la que se declara en la situación administratriva de excedencia voluntaria en la Carrera Judicial a Dª Alicia Valverde Sancho.

De conformidad con lo dispuesto en los artículos 131.3 y 357.1 de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, y artículo 205 del Reglamento 1/1995, de 7 de junio, de la Carrera Judicial, por Acuerdo de la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial en su reunión del día 21 de enero de 1997, se declara en la situación administrativa de excedencia voluntaria en la Carrera Judicial a Dª Alicia Valverde Sancho, Juez, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Alzira (Valencia), mientras permanezca en situación de servicio activo en la Carrera Fiscal.

Madrid, 21 de enero de 1997.- El Presidente del Consejo General del Poder Judicial.

Delgado Barrio.






Fuentes:

  1. ¿Qué pasó en Alcácer? Juan Ignacio Blanco Durán. Son Expresión S.L., 1998.
  2. El asesinato de las niñas de Alcácer. Magdalena del Amo-Freixedo. Bell Book, 1998.
  3. https://www.boe.es/boe/dias/1999/09/28/pdfs/A34449-34450.pdf
  4. https://www.boe.es/boe/dias/1999/09/28/pdfs/A34449-34450.pdf
  5. https://www.boe.es/boe/dias/1994/12/30/pdfs/A39337-39337.pdf
  6. https://www.boe.es/boe/dias/1997/01/30/pdfs/A02946-02946.pdf