Antonio Anglés Martins, el supuesto asesino de las tres niñas de Alcàsser, había nacido en Sao Paulo (Brasil) en junio o julio del año 1966, y era hijo de Enrique Anglés José y Neusa Martins Dias, que en 1968 abandonaron Sao Paulo para instalarse en Catarroja, en la calle Colón 59. Antonio tenía 8 hermanos: Divinidad, Ricardo, Juan Luis, Enrique, Dolores, Roberto, Mauricio y Carlos. Posteriormente, la familia se mudaría a un piso situado en la calle Camí Real 101, en la misma localidad de Catarroja, que pagaron mediante uno de los créditos que conseguiría Neusa, cuya profesión de matarife de pollos hacía las delicias de los directores de todos los Bancos y Cajas de Catarroja. Un crédito de tres millones de pesetas.
El 18 de mayo de 1991, Antonio fue condenado a seis años y cuatro meses de cárcel, por detención ilegal. El 5 de marzo de 1992 se le concedió un permiso de seis días, pero Antonio nunca volvería a pisar la cárcel. De modo que, cuando sucedieron los hechos, se encontraba en situación de busca y captura, aunque la orden de búsqueda no se dictaría hasta el 10 de septiembre de 1992, dos meses antes del triple crimen.
El viernes 13 de noviembre de 1992, a las ocho de la tarde, la hora mágica, Antonio Anglés y Miguel Ricart salieron de la casa de los Anglés, en la calle Camí Real de Catarroja, y se dirigieron a la discoteca Coolor en el Opel Corsa de Ricart. Al llegar a la altura de la ermita de Picassent vieron a tres chicas que hacían autostop. Antonio le dijo a Ricart que parase y le preguntó a las chicas que si iban a Coolor...
El 18 de mayo de 1991, Antonio fue condenado a seis años y cuatro meses de cárcel, por detención ilegal. El 5 de marzo de 1992 se le concedió un permiso de seis días, pero Antonio nunca volvería a pisar la cárcel. De modo que, cuando sucedieron los hechos, se encontraba en situación de busca y captura, aunque la orden de búsqueda no se dictaría hasta el 10 de septiembre de 1992, dos meses antes del triple crimen.
El viernes 13 de noviembre de 1992, a las ocho de la tarde, la hora mágica, Antonio Anglés y Miguel Ricart salieron de la casa de los Anglés, en la calle Camí Real de Catarroja, y se dirigieron a la discoteca Coolor en el Opel Corsa de Ricart. Al llegar a la altura de la ermita de Picassent vieron a tres chicas que hacían autostop. Antonio le dijo a Ricart que parase y le preguntó a las chicas que si iban a Coolor...
Este es el comienzo de la solución a la versión oficial. Los secuestradores, violadores, torturadores y asesinos de las tres niñas habían sido Antonio Anglés y Miguel Ricart. Uno, por su odio fanático a las mujeres. El otro, porque estaba abducido por Antonio y era incapaz, por el miedo que le tenía, de negarse a nada que Antonio le ordenara.
"Que el día de los hechos, viernes, estuvieron comiendo en casa de Antonio en Catarroja y sobre las siete y media u ocho de la tarde salieron de casa con ánimo de ir de fiesta a alguna discoteca. En este sentido el declarante y Antonio tenían por costumbre ir a las Discotecas Arabesco en la carretera de Ademuz término de Paterna, Cancela de Sueca y otra de Turis cuyo nombre no recuerda en este momento. Sin embargo esa tarde Antonio le comentó de ir a la discoteca Coolor de Picassent donde había mucha marcha decidiendo ir a la misma. El trayecto lo hicieron en el Opel Corsa del declarante siendo conducido por él mismo."
1993.01.30 - Declaración de Miguel Ricart. Folios 178-182 del Sumario.
Aunque, para no pillarse los dedos, nos dan un margen de media hora (siete y media u ocho de la tarde), vuelve a surgir la hora mágica, las ocho de la tarde. Esa hora da el margen de tiempo necesario para que Anglés y Ricart llegaran a Picassent desde Catarroja, aproximadamente a las ocho y veinticinco de la tarde, después de que Hervás dejara a las niñas a la altura de la gasolinera y Cano Llácer las viera dirigiéndose hacia el interior de Picassent.
Como Antonio Anglés era homosexual, se necesitaba una razón para justificar las violaciones de las niñas. Y, para la versión oficial, esa razón era el odio. Antonio Anglés odiaba a las mujeres. Y como las odiaba, acabó metiéndosele en la cabeza la idea de violarlas y matarlas.
¡Condenarlo por una yonqui! ¡Por una tía de mierda! Él sabía qué se merecía esa tía. Sabía qué se merecían las tías "en general"...
Él había descubierto hasta donde podían arrastrarse «las tías», y esto le hacía despreciarlas más y más. "Que digan lo que quieran, pero él era gay, y las tenía celos a las tías, las tenía envidia", ha opinado su hermano Enriquito...
"Le gustaba cada vez más obligar a las tías", afirma el Mula. A él le propuso "pillar unas tías y follarlas a la fuerza." El Mula dice que lo rechazó. Antonio también lo propuso a dos amigos más. Según ellos, no aceptaron...
Antonio ya le había propuesto hacer con tías cosas por el estilo, pero él había preferido pensar que, cuando hablaba de esto, era para soltar la rabia contra Nuria, contra las tías en general. Cómo cuando decía que las mujeres eran unas putas. El Rubio también lo pensaba, y no por eso creía que tenían que desaparecer del mundo...
Un preso que compartió celda con él relataría que "por las noches hablaba de que le gustaría construirse un ala delta para huir de allí, de que cuando escapara violaría a tías y las castigaría como venganza"...
Y bien, pensaba Antonio, el Rubio decía que a Rosa la tenía a raya. Pero cuando Antonio le había comentado que un día molaría coger unas tías y fallárselas y "dejarlas tirás", Rubio había callado...
Tomado de Joan M. Oleaque. "Desde las tinieblas"
Joan M. Oleaque Moreno -que manía hay últimamente con omitir uno de los apellidos- había escrito sobre el caso Alcàsser para la revista "El Temps" desde el año 1993. Eventualmente, escribiría un libro sobre el caso, titulado Desde la tenebra: un descens al cas Alcàsser. Oleaque Moreno había nacido en Catarroja, el pueblo donde vivía la familia Anglés. Por su libro recibiría el premio Octavi Pallissa de 1997, quizás porque había ayudado a la construcción del mito Anglés.
Pero... ¿por qué odiaba Antonio Anglés a las mujeres?
El miércoles quince de mayo de 1991, el ministerio fiscal de la audiencia valenciana solicitaba una condena de once años de prisión para Antonio, por pegar una paliza a Nuria Pera Mateu y mantenerla encadenada a una columna durante 25 horas. ¿El motivo? Nuria, adicta a los estupefacientes, le debía dinero a Antonio. La fiscalía pedía también penas menores para la madre (Neusa), la hermana (Kelly) y un amigo del acusado (Miguel Ricart) por no haber informado de los hechos a la policía. Para Antonio, que reconoció los hechos, solo se trataba de "una tontería".
Nuria declaró que había acudido al domicilio de Anglés en Valencia para pagar la parte del dinero que le debía por haberle comprado droga y para anunciarle que el resto se lo daría más adelante.
Nuria declaró que había acudido al domicilio de Anglés en Valencia para pagar la parte del dinero que le debía por haberle comprado droga y para anunciarle que el resto se lo daría más adelante.
Nuria Pera Mateu, en la época del juicio. |
Antonio no se lo tomó nada bien. La golpeó en varias ocasiones, la amenazó con un cuchillo y se la llevó a casa de sus padres, donde volvió a golpearla y después la introdujo en una habitación situada en el fondo de la vivienda, detrás de un corral, donde la encadenó a una columna.
Dolores Anglés, "Kelly", para la que se solicitaban cuatro meses de arresto, manifestó que Nuria no quiso que llamaran a la policía ni que le quitaran las cadenas "porque era consciente de que se había portado mal y tenía que pagar por ello".
Aquí se inicia el mito Anglés. Un individuo misógino y despiadado, capaz de cualquier cosa.
"Nuria es la joven toxicómana con la que el prófugo mantenía relaciones y a la que hizo pagar un alto precio por inyectarse la heroína que le había entregado para que la vendiera. La secuestró y la apaleó sin piedad, mientras la mantenía encadenada a una cama. Un buen día, Ricardo, que se gana la vida cuidando a una anciana alemana, decidió denunciar lo que estaba pasando. <Es que quería tirarla a un pozo>, puntualizó Neusa.
A Antonio le costó una condena a ocho años de cárcel, que no cumplió, ya que decidió no volver a la Modelo tras obtener un permiso."
Levante, 1997.05.20.
Oleaque adornó todo el asunto en su libro "Desde las tinieblas":
En los días sucesivos, las cosas empeoraron. Antonio, según Miguel Canales, "la tenía a pan y agua". Nuria estaba aterrada de frío. Neusa, cuando Antonio no la veía, le suministraba ensaimada con leche.
En los días sucesivos, las cosas empeoraron. Antonio, según Miguel Canales, "la tenía a pan y agua". Nuria estaba aterrada de frío. Neusa, cuando Antonio no la veía, le suministraba ensaimada con leche.
-Neusa -decía Nuria-, suélteme.
Pero Neusa sabía que, si hacía esto, "el mío hijo me mataba". Además de todo, la joven, sin su dosis de heroína, estaba sufriendo un descomunal síndrome de abstinencia, y Antonio la tentaba dejándole droga a la vista, pero a distancia para que no pudiera cogerla. Años más tarde, ella contaría a la Guardia Civil que, durante su encarcelamiento, sufrió violaciones. También se lo confesaría a Mari, la toxicómana que había ofrecido su piso a Antonio para citas sexuales: "Mientras la tuvo allí, el Asuquiqui se lo hizo por detrás y por delante todo lo que quiso." A Mari, y a otras personas cercanas, Nuria narraría que, para violarla, Antonio no sólo se valía del miembro sexual, sino también de palos y otros objetos. Algunos chavales han afirmado que la prostituiría entre toxicómanos, a pesar de que también la ofrecía de balde. Y que, ocasionalmente, los incitaba a orinar o masturbarse sobre ella. Según Mari, Nuria le relató que, cuando le pedía agua, <Antonio le echaba meados, y cuando quería comer, le echaba caca; si le pedía caballo, le daba una hostia y le decía “cállate, que te apuñalo”>». Su amigo Vicent refiere que "la tenía en bragas y la cubría con una sábana para que no estuviera tan a la vista"; le gritaba que los dòberman se vuelven locos cuando huelen la sangre, "y le rozaba su perro como si se la follara". Nadie sabe el tiempo real que duró aquello, aunque la cifra más frecuente se acerca a una semana. David, un amigo de la casa, dice que "Antonio ya estaba hasta los huevos de ella y quería arrancarle los pezones en unas tenazas". El Mula lo paró.
-¡Pero tío, alguna cosa l’he d’hasé pa quedarme a gusto! -exclamaba-. ¡Igual le rompo los dientes con un martillo!
Sus colaboradores íntimos le hicieron aparcar la idea de las tenazas y el martillo. Pero cuando le decían que ya la había castigado bastante, él contestaba:
-La tengo que matá.
En su posterior testimonio ante el juez, Nuria declararía que Antonio la había amenazado con tirarla a un pozo que había en la casa. Y una noche sonó el despertador de Neusa. La mujer se quitó, y se encontró con que el Rubio y Antonio estaban a punto de lanzarla. Para la ocasión, recuerda Neusa, la habían vestido. Neusa tiene claro por qué fue Ricart y no otro quién ayudó a Antonio.
-Antonio sabía que Rubio no se negaba a na que él le dijera.
Uno de los colaboradores de la droga que se encontraba allí —y que ya ha muerto—, hizo como las avestruces: "No podía evitar que la tiraran al pozo, y me eché en la cama en un cuarto; así tendría que verlo", contaría. Otros chavales se enterarían después del episodio. Neusa se fue a trabajar después de que Rubio y Antonio encadenaron de nuevo a Nuria. A la mañana siguiente, Mauricio le gastaba bromas a Ricardo:
-¿Sabe que hay un fantasma aquí, en la casa?
-¡No m’asustes! ¿Onde está?
Y le mostraba a Nuria cubierta con la sábana. Ricardo, que siempre se ha considerado "un hombre humanitario", provocó el final. Avisó a la Guardia Civil de lo que estaba sucediendo. La policía y los efectivos de la benemérita tomaron la planta baja y liberaron a la joven. Neusa, Ricart, Dolores, que estaban en la casa, fueron detenidos. A Antonio lo cogerían en el piso de Benetússer. Allí detectarían una balanza de precisión para pesar droga, comprimidos de tranquimazín, y documentación suya y de Rubén. Este último también acabaría detenido.
A Antonio, al enterarse que lo detenían por Nuria, le sorprendió tanto alboroto "por una imbecilidad".
Mari, la amiga de Antonio, se encontró con Nuria en un centro donde las dos practicaban programas de desintoxicación. Le comentaría que Antonio era fuera del talego. Nuria se quedó blanca. Mari lo entendió cuando aquella le detalló de pe a pa su cautiverio.
Nuria hacía bien de sentir terror, porque Antonio intentó cumplir en ella su venganza. Primero, buscó Nuria por su pueblo. Después, se enteró de donde intentaba desengancharse, y fue a buscarla en el centro de desintoxicación. Preguntó por ella. Pero la chica había contado a los responsables del centro todo el que le había sucedido y lo habían camuflado para protegerla. El Asuquiqui no la encontró, y tuvo que asumir que su ansia no podría saciarse con Nuria. Una persona cercana a ella comentaría, tiempo después: "Antonio le había hecho antes a Nuria lo mismo que haría a las niñas de Alcásser, pero a ella no pudo matarla."
Aún así, la joven no esquivó la fatalidad: abandonó la droga, pero años después moriría de sida.
Mari, la amiga de Antonio, se encontró con Nuria en un centro donde las dos practicaban programas de desintoxicación. Le comentaría que Antonio era fuera del talego. Nuria se quedó blanca. Mari lo entendió cuando aquella le detalló de pe a pa su cautiverio.
Nuria hacía bien de sentir terror, porque Antonio intentó cumplir en ella su venganza. Primero, buscó Nuria por su pueblo. Después, se enteró de donde intentaba desengancharse, y fue a buscarla en el centro de desintoxicación. Preguntó por ella. Pero la chica había contado a los responsables del centro todo el que le había sucedido y lo habían camuflado para protegerla. El Asuquiqui no la encontró, y tuvo que asumir que su ansia no podría saciarse con Nuria. Una persona cercana a ella comentaría, tiempo después: "Antonio le había hecho antes a Nuria lo mismo que haría a las niñas de Alcásser, pero a ella no pudo matarla."
Aún así, la joven no esquivó la fatalidad: abandonó la droga, pero años después moriría de sida.
En sucesivas entradas iremos conociendo más datos sobre la familia Anglés y el propio Antonio.
Fernando Martínez Laínez
Sin piedad
Ediciones B
1ª edición: noviembre 1993
Capítulo VIII. "Los Anglés"
"... En efecto, soy Bernardino Giménez, el letrado designado en turno de oficio que asistió a Antonio Anglés la última vez que compareció ante un tribunal, cuando le acusaron del secuestro de aquella chica drogadicta. Yo, en aquella época tuve que mantener con él varias entrevistas en la cárcel Modelo de Valencia para preparar su defensa, y la verdad es que me pareció un muchacho inteligente, con un desarrollo mental normal y capaz de mantener perfectamente una conversación. Pero... ¿cómo le diría...?, siempre he tenido la impresión de que estaba tratando con dos personas totalmente diferentes. Una la que hacía el daño irracional, y otra la que intentaba explicar racionalmente la fechoría. Anglés establecía razonamientos lógicos para justificar su conducta violenta. Por ejemplo, en aquel juicio no negó en ningún momento que hubiera encadenado y maltratado a aquella chica, sino que trató de explicar al juez las razones que le impulsaron a hacerlo... Yo no pude solicitar ningún informe psiquiátrico sobre él -lo que quizás hubiera alertado a los médicos- porque no era alcohólico y no sufría tampoco ningún tipo de trastorno mental. Además, a pesar de que estaba introducido de lleno en el negocio de la venta de la heroína, por aquel entonces no tomaba ningún tipo de droga, y creo que ahora tampoco.
En la vista de ese juicio también comparecieron como acusados otros dos miembros de la familia: la madre, Neusa, y su hermano Roberto, que fueron absueltos contra la opinión del fiscal, porque estaban presentes en la casa donde Antonio encadenó y maltrató a esa chica -Nuria Pere, creo que se llama- y no hicieron nada... Y tanto que estaban, como que era el domicilio de la familia, en la calle Colón de Catarroja, pero el caso es que se libraron, aunque a Antonio le cayeron más de ocho años por detención ilegal y tráfico de estupefacientes. Esa familia es un perfecto desastre en todos los sentidos, como ya he dicho más de una vez..."
Fuentes:
- Oleaque Moreno, Joan M. - Des De La Tenebra. Un Descens Al Cas Alcásser.
- Blanco Durán, Juan Ignacio - ¿Qué pasó en Alcácer?.
- Revista Interviú. Artículo "Mi hijo es un sádico". 1993.02.04.
- Telemadrid. Las niñas de Alcàsser aún en nuestra memoria. El secuestro de Nuria Pera: https://www.youtube.com/watch?v=Fjd4RiCICkw
18 comentarios:
Y lo peor que esta muerto, cuando igual se merecía vivir mas que muchos. Desgraciado destino el de este chico.
Para mi caben tres posibilidades:
A) que Anglés realmente cometiera las agresiones contra Nuria y continuara realizando los asesinatos de Alcasser (V.O.)
B) que realizara las agresiones a Nuria y se aprovechara este hecho delictivo para cargarle el tema de Alcasser.
C) Que las agresiones a Nuria fueran de una índole más leve y se exageraran, con vistas a ponerle una fama de sádico psicópata etccc
En mi opinión podría ser B o C.
Que casualidad....que todo lo que quiso hacer, se lo hicieron a las niñas....
Realmente me ha impactado el testimonio del secuestro de Nuria Pera, y si realmente pasó así, no me cabe duda que el tal Anglés estaba mucho peor de la cabeza de lo que yo me figuraba. Si el Carcaño y el otro y de la moto hicieron eso con Marta del Castillo, ¿por qué se extraña tanto la gente de lo que hiciera supuestamente Antonio Angles? Y luego lo del ala delta para escapar de la cárcel es que ya es para reírse, si no fuera por lo trágico del asunto.. Parece de un chiquillo de 13 años, aunque luego era más listo que la policía para otros menesteres.
Opino que esto es lo que ocurrió:
1) Antonio Anglés, junto con Ricart y algun miembro de los Anglés (el Mauri siempre me dio muy mala espina) junto con algún amiguete, hicieron esa salvajada con las crías.
2) Antonio Anglés nunca estuvo en casa y se dio el piro en cuanto tuvo conocimiento de la aparición de los cadáveres.
3) Se topó con la GC en algún lugar cerca de Cuenca y se lió a tiros con ella, o bien simplemente fue capturado por la misma.
4) La GC le dio muerte, bien en el tiroteo o por ejecución al más puro estilo GAL, lo cogió y lo enterró en cal viva.
Lo había leído anteriormente pero leyéndolo en el post (y en otros posts del blog) me he dado cuenta de una cosa que quizá no tenga mucha importancia pero me parece interesante. Si Coloor no solía abrir los viernes y lo hacía solo para fiestas de institutos en los que no se permitía la entrada de adultos, ¿qué coño iban a hacer allí Anglés y Ricart? Si Anglés conocía la discoteca, ¿no sabía que no abría los viernes a no ser que fuera para fiestas de adolescentes? ¿Es simplemente otra trola más de Ricart o un fallo de la manufacturada versión oficial?
Un saludo,
Manuel
Por cierto, ¿alguien sabe algo de Iluminado Saturnino Amador?
¿Se le pudo elegir precisamente por su nombre y para enviar un mensaje cifrado a alguien?
Esos dos si lo hicieron. No sirve de nada hacer conspiraciones todo el tiempo. Las cosas son mas simples de lo que parecen. Dejen de enrredar fueron esos dos malnacidos
Y eso lo dice usted porque lleva estudiando el caso ¿cuánto tiempo?
compraron un piso "mediante uno de los créditos que conseguiría Neusa, cuya profesión de matarife de pollos hacía las delicias de los directores de todos los Bancos y Cajas de Catarroja. Un crédito de tres millones de pesetas". Esto me parece sospechoso teniendo en cuenta que en aquella epoca no daban un credito a dios. Sospechosos los contactos de la madre.
Ni todo el tiempo ni nunca, las conspiraciones se llevan haciendo desde que el hombre existe y siempre que hay alguien que se decide a poner alguna en marcha para conseguir un fin concreto. Si todo fuera tan simple sólo tendría que responder a los cientos de preguntas que surgen en este caso, así de fácil, si no se consigue quedar aún más en evidencia si cabe.
Para empezar léete la sentencia, que dice que fueron esos dos malnacidos y al menos uno más. Curioso que las versiones oficialnóicas nunca dicen ésto, sólo Anglés y Ricart y Ricart y Anglés...
Y menos mal que forma parte de la versión oficial en la sentencia que si nos lo encasquetan a nosotros y todo...
He leído los artículos de Lara y en ellos se menciona que gracias al testimonio de Ricart este fue inculpado por la detención ilegal de Nuria Pera, si esto es así me extraña mucho que los Anglés lo mirasen con buenos ojos,a lo mejor el día en que fueron a detener a Antonio lo estaban esperando a él previo chivatazo de la familia de que a tal hora iría por la casa para intentar limar asperezas con ellos.
Hola, quería saber si alguien podría confirmar que Antonio se escontraba en prisión del 18 de junio de 1988 al 16 de febrero de 1989,no he sido capaz de localizar en ningún sumario este dato, solo en el libro escrito por Juan Ignacio Blanco, muchas gracias!
esto puede ser pero yo no me lo he creido nunca
¿Se sabe cuantas veces fue detenido Antonio Angles? ¿Y si entre esas detenciones se encuentran robos con violencia o fuerza?
Antonio Angles no hablaba así.
Y cómo hablaba?
Para j.m., cuyo comentario no publico porque incluye su correo electrónico. Dos cosas:
1) No soy propietario de ninguna de las fotos de este post, que he tomado de internet.
2) La única foto que puede ser polémica es la de la supuesta Nuria Pera Mateu. Y aquí tengo que aclarar que no es seguro que sea ella, es un pantallazo de un vídeo de la época del juicio a Antonio Anglés por retención ilegal. De modo que podría ser ella o cualquiera que pasara por allí. De hecho más de una vez he pensado en quitarla y puede que termine haciéndolo.
Saludos cordiales.
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