martes, 26 de abril de 2016

Manuel Torres Rodríguez. El niño de Avilés.




El miércoles 18 de abril de 1917, tres niños estaban jugando en la plaza de la Iglesia de la Magdalena, en Avilés. Se llamaban Manuel Torres Rodríguez, Ángel Ovies y Agustín García Sánchez. Entonces se les acercó un desconocido, un hombre muy alto, con una pequeña cicatriz en la cara, vestido con una chaqueta de color café y calzando alpargatas rojas. Les preguntó por la "casa blanca", que resultó ser una fábrica de productos lácteos, la "Suiza Española". Si le ayudaban, les daría unas monedas. Manolín, que por aquél entonces tenía ocho años, se ofreció a mostrarle dónde se encontraba la fábrica, ya que en ella trabajaba su padre, y se fue con él.

Dan las doce de la noche y en casa de Manolín están desesperados ante su ausencia. José Torres, el padre del pequeño, se decide a presentarse en el cuartel de la guardia civil para denunciar la desaparición de su hijo. La búsqueda comienza de inmediato y se empiezan a recibir declaraciones de varios vecinos que afirman haber visto al niño con un desconocido en dirección a La Ceba. Un niño de El Carbayedo, José Rodríguez "El Carolo", aseguró que un desconocido con cicatrices en la cara le había intentado aplicar un pañuelo de olor extraño a la nariz cuando le estaba ayudando a llevar ropa hacia La Magdalena. Otros tres niños de Buenavista, Jesús González, Fermín Pérez Fernández y Belarmino Reguerón, cabreros de La Grandiella, también se habían negado a acompañarle.

Finalmente, el niño apareció a primera hora de la mañana siguiente. Varias vecinas lo encontraron en las inmediaciones de la Peña de San Lázaro, en la vertiente norte del Monte de la Arabuya, entre varios peñascos, boca abajo y bañado en sangre. Pero en el interior de su cuerpo no quedaba ni una gota.

El resultado de la autopsia del pequeño no dejaba lugar a dudas.

"... En el cuello, lado izquierdo, región esterno-cleido-mastoidea, presenta una herida punzo-cortante, muy profunda, de aproximadamente tres centímetros de extensión, transversal al eje del cuerpo. A sólo cinco centímetros, aparece otra herida similar pero tan profunda, que el tejido adiposo y músculo esterno-cleido-mastoideo, así como las vértebras cervicales y todo el paquete arterio-yugular aparecen seccionados. Extraído el corazón, se observa la total ausencia de sangre en aurículas y ventrículos, de la misma forma que se observa también la misma circunstancia en las venas y arterias del cuello, de todo ello se deduce una muerte por hemorragia que debió de provocar el óbito en breve espacio de tiempo.

Añadimos también, que la herida más profunda del cuello, presenta unas marcas en sus bordes que hacen pensar además de en un arma inciso-cortante, en la existencia de algún tipo de esfuerzo más o menos grande y mecánico de absorción, dada la dimensión, profundidad y limpieza del agujero existente en esa zona..."

La investigación se cierra en torno a un forastero, Ramón Cuervo, de 26 años de edad, llegado recientemente de Cuba, aunque natural de Santa Cruz de Llanera (Asturias). Todos los testigos lo reconocen como el acompañante del pequeño Manolín y el farmacéutico del pueblo declara haberle vendido un frasco de cloroformo la mañana anterior al día de los hechos. Cuervo es detenido el sábado día 21 y la guardia civil tiene que evitar que los vecinos lo linchen. El sospechoso niega en todo momento su participación en el crimen.

Ramón Cuervo, también conocido como "Ramón de Paulo", había emigrado a Cuba. En 1914 había enfermado de tuberculosis pulmonar, que se le diagnosticó cuando trabajaba en una papelera de Sagua La Grande. Llegó a caballo a Avilés el 18 de abril y se alojó en el bodegón de Pablo Alonso, Casa de Pachón, en Llano Ponte.

El juez instructor, Eduardo Prada Vaquero, toma una decisión insólita: las heces del reo serían analizadas en busca de sangre humana. Y la tierra no se abrió bajo sus pies. Acaso el juez pensaba que la sangre podía pasar a través del tubo digestivo del acusado sin ser digerida. Los Masai, por ejemplo, se alimentan de carne, leche y sangre del ganado. Sea como fuere, las pruebas dieron el siguiente resultado:

"... Se observan en las muestras dos porciones de distinto aspecto, dando positiva una de ellas en el test de Weber (muestra para detección de sangre oculta en deposiciones, test de Weber-Guayaco) con una fuerte reacción y no encontrándose en el reo causa física u orgánica que pueda haberla provocado.."

Por el motivo que fuera, a Ramón Cuervo, que llevaba varios días negando su culpabilidad, le entró de repente un gran deseo de confesar. Se derrumbó el martes 24 y llamó al juez de guardia para declararse culpable, haciendo la siguientes manifestaciones:

"... Ignoro cuántas fueron las puñaladas que di a aquel muchacho, y si cuando me retiré después de succionarle su sangre quedaba aún con vida. En aquél día no sé lo que me pasaba, todo fue muy rápido. Hecha la punción, absorbí la sangre del niño, pero solo una bocanada, sin manchar mis manos, ni mis ropas, limpié la navaja contra las hierbas. Sentí nauseas, me levanté y nada más..."

"... En 1914, trabajaba en una papelería en Sagua la Grande (Cuba) cuando comencé a encontrarme mal. Me diagnosticaron tuberculosis y sabía que iba a morir. Había oído hablar de brujos negros, que todo lo saben, y fue uno de ellos llamado «El negro Francisco», quién me indicó lo que debía hacer para sanar de mi enfermedad, bebiendo la sangre de un jovenzuelo pronto estaría curado..."

Por acuerdo unánime de la Corporación de Avilés, se propuso al Consejo de Ministros que distinguiera como mejor considerara al juez de instrucción del partido judicial, el citado Eduardo Prada Vaquero, al objeto de premiar las diligencias por él practicadas, que habían llevado al esclarecimiento, detención y confesión del culpable.

El final de esta historia está sumido en la niebla. Se rumorea que cuando la guardia civil lo trasladaba a Oviedo para la ejecución de su sentencia -cuyo contenido se desconoce-, Cuervo se lanzó del carro que lo transportaba y desapareció en la espesura. Nunca más se le volvió a ver.




Una cura de la tuberculosis mediante ingesta de sangre humana... De la sangre de un niño... ¿De toda la sangre de un niño?

¿Qué porcentaje de seres humanos estarían dispuestos a escapar de la muerte de semejante forma? No parece muy normal que nadie con un mínimo de humanidad esté dispuesto a hacer algo tan terrible.




Salvo que todo sea mentira, excepto la muerte del pequeño Manolín.




Fuentes:


  1. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1917/04/21/016.html
  2. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1917/04/24/005.html
  3. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1917/04/24/015.html
  4. http://www.abc.es/abcfoto/revelado/20150619/abci-crimenes-ninos-infanticidios-201506182017.html
  5. http://www.elcomercio.es/v/20120415/aviles/sacamantecas-aviles-20120415.html
  6. http://leyendasyfabulas.com/ramon-cuervo-el-vampiro-de-aviles/
  7. http://www.grupoalpha.org/index.php/expedientes-alpha/164-el-ultimo-sacamantecas
  8. http://www.lne.es/aviles/2011/01/31/comarca-expediente-x/1026993.html
  9. http://web.psoe.es/aviles/news/177733/page/aviles-ano-1917-cuando-calle-la-camara-paso-denominarse-calle-jose-manuel-pedregal.html

18 comentarios:

Anónimo dijo...

... En pleno Pesaj de 1917...

Anónimo dijo...

Seguro que periodistas e historiadores, después de repetir hasta la saciedad que el objetivo de estos crímenes es terapéutico y no ritual, tienen alguna explicación a las Pascuas de Sangre.

Otro ejemplo:

"Ha sido encontrado el cadáver del niño de doce años, José Berlanga Castro, vecino de Casarabonela, que desde el pasado Jueves Santo faltaba de su domicilio (…) Presentaba un gran corte que le seccionaba la yugular (...) El detenido tiene perturbadas sus facultades mentales".

http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/1966/04/12/pagina-6/32650591/pdf.html

Anónimo dijo...

¡Vaya! Siempre hay algún loco a mano.

Anónimo dijo...

Yo lo tengo claro: todos estos casos no son sino fruto de una conspiración internacional, mantenida a través de los siglos, cuyo objeto es hacer parecer lo que lo es. Las víctimas de tal complot, los de siempre. Y todo causado por un odio irracional hacia ellos. Pobres.

Anónimo dijo...

No se dan datos del farmacéutico que confirmó la venta de cloroformó, como ejemplo por Avilés se encontraba este que tenía su propio laboratorio de pócimaS, era taxidermista, hacia sus publicaciones de prensa u regentaba sus farmacias, el espíritu emprendedor de la época.
http://www.elcomercio.es/20100116/aviles/celestino-graino-caubet-cientifico-20100116.html

Anónimo dijo...

Las únicas víctimas son aquellos cuyos cuerpos fueron torturados, mutilados y exanguinados.

Anónimo dijo...

Si la empresa láctea era la Suiza y el de tenido venía de cuba, ¿ por que se da el nombre de la empresa cuando la zona tiene su propio topónimo?
Un brevísimo resumen de hechos que marcan la industria en Avilés amén de su relación con cuba q través de esa gente emigrante que hizo fortuna.
" . La apertura de El Musel, en 1907, desheredó a los puertos de Avilés y San Esteban del monopolio carbonero "
http://www.lne.es/aviles/2008/11/24/pequena-habana-gran-abandonada/699686.html

Anónima dijo...

Sobre farmaceúticos...
Del griego farmako (fármacos), que significa medicina y también veneno. Si examinamos todo el campo léxico, nos haremos una idea precisa de cuál es el significado originario, y cuál su evolución.
Existe el verbo farmakaw (farmacáo) que significa: 1ª acepción, "tener el espíritu trastornado por un brevaje envenenado"; 2ª acepción, "tener el espíritu trastornado"; 3ª acepción, "tener necesidad de remedios".
Si de aquí nos pasamos al farmakeu (farmakéus), tenemos como primera acepción […] "el que prepara o administra los medicamentos". Como 2ª acepción, "el que compone preparados mágicos"; y derivadas de ésta, los significados de "envenenador" y "mago, brujo, hechicero", por oposición a iatro (iatrós), médico. […] En relación directa con el originario farmakaw tenemos el adjetivo farmaki (farmakís), que significa "relacionado con el veneno", "mágico", "brujo”.
De ahí pasamos al verbo farmakeuw (farmakéuo), que significa en primer lugar "administrar un medicamento, especialmente una purga", y por extensión "purgarse". En segundo lugar significa "administrar veneno, envenenar, hacer morir mediante el veneno". De ahí, en sentido figurado, "corromper". Tercera acepción, "administrar un brebaje mágico". Cuarta acepción, "hacer una operación de magia", y quinta acepción, "hacer cualquier preparado con la ayuda de una droga o de cualquier sustancia". Finalmente llegamos al término farmakon (fármakon), la síntesis de cuyos significados nos da "toda sustancia por medio de la cual se altera la naturaleza de un cuerpo, y toda droga, saludable o perjudicial".
Cuando por fin la farmacia ha dejado ya muy lejos la magia y la brujería con sus buenas y malas artes, llegamos al término mucho más moderno defarmakeutiko (farmakeutikós), al farmacéutico, que independiente incluso del médico, ha creado una profesión cuya razón de ser es únicamente "preparar o administrar medicamentos". Los venenos han desaparecido ya. Y sin embargo, sigue siendo, y creo que con acierto, el símbolo de la Farmacia, la serpiente enroscada en torno a una copa y vertiendo en ella su veneno. Con acierto, digo, porque no desaparece la naturaleza venenosa de los fármacos, sino que se controla con rigor mediante su administración profesional y responsable. La otra cara de los fármacos no administrados responsablemente, sino consumidos por capricho, son las drogas.
http://www.elalmanaque.com/noviembre/25-11-eti.htm

Anónima dijo...

La copa de Higia es internacionalmente uno de los símbolos más conocidos de la profesión farmacéutica. Higía era la diosa griega de la sanidad. Se trata de una serpiente enroscada en una copa o cáliz. La serpiente representa el poder, mientras que el cáliz es símbolo del remedio.
En la mitología griega Higía (en griego antiguo Υγιεία Jai-Yia o Υγεία Hygeía, ‘salud’), hija de Asclepio, hermana de Yaso y Panacea, era la diosa de la curación, la limpieza y la sanidad; posteriormente, también de la luna.
--
Con la luna -y los "farmaceúticos"- hemos topado.

Anónimo dijo...

http://www.lne.es/aviles/2016/03/13/libro-desempolva-huella-judia-aviles/1896302.html

En este documento figura un precepto que hace alusión a que cualquier persona que ejerciera como testigo debía ser practicante cristiano "mayor de siete años"; esto es, debía seguir esta religión por largo tiempo. "Este precepto sólo puede entonces referirse a conversos judíos o musulmanes y estos últimos fueron muy escasos en Asturias y solían ser esclavos, por tanto, no podían ejercer como testigos", aclara el exedil

Así, pues, fue después de la conquista de Toledo cuando los judíos constatan su presencia efectiva en Asturias, especialmente en Oviedo, Luarca, Cangas del Narcea y Avilés. "Es imposible determinar la importancia numérica que tuvieron estos asentamientos, parece que escasa en todos los casos, aunque posiblemente de mayor entidad en Avilés, que era el principal puerto de la región y donde radicaba el mayor alfolí de la sal, el producto de más importancia comercial de aquel tiempo", relata el escritor.

Aún así en Avilés no existía judería. "De haberla, estaría en Sabugo, que era donde residían por aquel entonces los 'francos', como se conocía a cualquiera que no era de aquí", explica. Las familias están vinculadas al negocio de la sal, al comercio en general y sobre todo al cultivo de la vid. Y es que por aquel entonces Avilés era tierra de vinos, de vino "kosher", que en hebreo significa puro y de mayor calidad que el elaborado por los cristianos. Tal fue la importancia de este caldo que todavía hoy quedan en la toponimia las huellas de este capítulo. "El ejemplo es la parroquia de San Cristóbal de Entreviñas que hace referencia de forma indubitada a la existencia de viñedos abundantes en la zona", precisa Román Antonio Álvarez.

Las vides estaban situadas en las colinas que coronan el antiguo arrabal de Sabugo, al norte del río Tuluergo. En San Cristóbal, precisamente, existe también una calle, Salomón, que da pistas de la presencia judía o conversa en la ciudad.

http://www.elcomercio.es/aviles/201603/31/roman-antonio-alvarez-presenta-20160331002633-v.html

El exconcejal de Cultura Román Antonio Álvarez González presentó ayer en el Hotel NH Palacio de Avilés su ensayo histórico 'Avilés. Las huellas de Sefarad', de Ediciones Nieva. Un libro en el que ahonda en la historia de los judíos en la villa avilesina. Álvarez profesor jubilado, presentó este trabajo que sale a luz tras cuatro años de estudio. 160 páginas en las que se relata la vida que llevaban los judíos en la ciudad desde que se tiene conocimiento de su presencia en torno a 1085.

El exedil estuvo arropado por su familia en una salón abarrotado en el que desveló el trabajo de investigación realizado para poder publicar este ensayo en el que también destaca la importancia numérica que tuvieron los judíos en algunas zonas del territorio asturiano.

http://www.cjmadrid.org/novedades/781-aviles-las-huellas-de-sefarad

La presencia judía o conversa en Avilés es un enigma del que, hasta ahora, hay conocimientos muy escasos. Prácticamente poco o nada se ha recogido sobre el particular en los diferentes trabajos realizados sobre la historia de la ciudad asturiana. Ciertamente es un tema difícil puesto que, en sí mismo, se caracteriza por el disimulo y la ocultación, únicas garantías de supervivencia del colectivo hebreo. Pero, si leemos bien, sí que existen documentos, datos e indicios, pruebas en definitiva que avalan esa presencia y lo pertinente de una investigación que han de realizarse.

Anónima dijo...

Sobre el contexto histórico avilesino:
http://www.lne.es/aviles/2013/08/31/crimenes-dejaron-huella/1462731.html

Siete años antes del crimen...
"La ciudad de Avilés, en el tiempo del asesinato de Mesa, se parecía a la Florencia de los Medici: dos visiones de la vida frente a frente. «Fue una guerra de posiciones, de trincheras fijas durante años (...) Con violencia, sin descanso, sin respiro al enemigo, frecuentemente con poca elegancia. Las fuerzas eran desiguales...», escribe el historiador Juan Carlos de la Madrid en «Prensa y sociedad en una villa del Cantábrico», una monografía que ilustra, entre otras cosas, algo tan intrínsecamente avilesino como el hecho de repetir en esta ciudad las cosas dos veces.
Los del crimen de Virgilio Mesa fueron los años del «art noveau» en París y los del «contubernio» en Avilés, una villa de burguesía emergente, con la mirada puesta en Cuba, a donde habían marchado un montón de asturianos en busca de fortuna."

...Y veinte años después.
"La Vidriera, la antigua fábrica situada en El Arbolón, se convirtió en un campo de concentración tras la toma de Avilés y Gijón por los nacionales, en otoño de 1937. [...]
La represión fue incruenta en la quinta de Pedregal, el chalé de la calle que recuerda al político avilesino, el líder de la facción que acabó con la vida de Virgilio Mesa. La lista de personas que hallaron la muerte entre noviembre de 1937 y finales de 1939 en la casona que fue la sede de la Brigada de Investigación y Vigilancia del régimen de Franco recién nacido. Una investigación del historiador castrillonense Pablo Martínez Corral arroja ya la cifra de 450 víctimas, un 50 por ciento más de las 300 que hasta ahora se daban oficiosamente por muertas o desaparecidas tras los muros del caserón. Los hechos oscuros de aquellos dos años terribles están grabados a fuego en la mente de muchos avilesinos: víctimas y verdugos.
El asesinato de Luis Menéndez «Lumen» abrió la historia del nuevo régimen en Avilés. El bibliotecario -que tiene su recuerdo en la Casa de Cultura- fue fusilado en noviembre de 1937. «No se le conocía militancia. Sí sus avanzadas ideas en el mundo de la cultura, su magisterio sobre otros escritores y poetas como Ana de Valle», dice De la Madrid. Creó la Biblioteca Circulante y por eso murió. Las dos caras de Avilés están señaladas con sangre".

Anónimo dijo...

"Una cura de la tuberculosis mediante ingesta de sangre humana... De la sangre de un niño... ¿De toda la sangre de un niño?"

En el caso de la niña Carmen Mendivil, asesinada en 1924 en San Vicente del Raspeig, se propuso una explicación más complicada de creer... que el anciano Bartolomé Marhuenda, casi ciego y postrado en una silla, recuperase la vitalidad. De poco le sirvió el remedio... falleció en la cárcel en noviembre del mismo año.

En el caso del niño de Avilés... ¿son compatibles las lesiones tan violentas en el cuello con el hecho de que apareciese su cadáver con la boina puesta?. Creo que, aunque se comenta que las ropas estaban manchadas, no se especifica si el lugar en el que apareció el cuerpo había restos de sangre. En el caso del niño de Capellades, asesinado en 1926...

"Uno de los médicos que practicaron la autopsia al cadáver del desdichado niño ha manifestado que no encontraron la sangre (…) Cree el médico que el asesino sujetó al niño por la cabeza, y por detrás, y con cuchillo de punta afilada, le dio primero un corte superficial en la parte baja del cuello, y después otro muy profundo de izquierda a derecha que seccionándole la yugular y la tráquea, le produjo la muerte instantáneamente. Mientras tanto, otro criminal debía recoger la sangre en un recipiente de boca ancha, tal vez una palangana, pues, dada la gran extensión de la herida (…) la sangre hubiera caído a tierra o hubiera manchado las ropas de la víctima mucho más de lo que estaban"

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1926/04/14/025.html

Anónimo dijo...

"El final de esta historia está sumido en la niebla. Se rumorea que cuando la guardia civil lo trasladaba a Oviedo (...) se lanzó del carro que lo transportaba y desapareció en la espesura".

Romasanta, el hombre-lobo de Allariz, es condenado a muerte como autor de nueve homicidios el 6 de abril de 1853. Mediante Real Orden de 13 de mayo de 1854, Isabel II conmuta la pena de muerte por la inmediatamente inferior: cadena perpetua. Su rastro se pierde camino de la cárcel de Celanova.

En el caso de la "vampira del Raval"...

"Ha muerto, á consecuencia de un cáncer en la matriz, la secuestradora Enriqueta Martí (...) se lleva a la tumba el secreto de sus acciones, acaso de tenebrosos é inverosímiles asesinatos, que la justicia humana no ha podido descubrir (...) La muerte no impedirá la celebración del juicio oral (...) ha fallecido sin confesarse autora de los secuestros ni mucho menos explicar por qué los realizó".

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1913/05/13/013.html

"En el piso de Ponent también se encontraron cosas curiosas: un libro muy antiguo con tapas de pergamino, un libro de notas donde había escritas recetas y pociones con una caligrafía muy elegante, un paquete de cartas y notas escritas en lenguaje cifrado y una lista con nombres de familias y personalidades muy importantes de Barcelona (...) La gente creía que no pagarían por sus crímenes de pederastia o de compra de restos humanos (...) La policía intentó que la lista no transcendiera. Pero corrió el rumor de que en ella había médicos, políticos, empresarios y banqueros. Las autoridades (...) calmaron los ánimos de la gente, haciendo que el ABC publicase un artículo donde se explicaba que en la famosa lista solo había nombres de personas a quien Enriqueta mendigaba (...) Sus compañeras de prisión la mataron linchándola en uno de los patios del penal. El proceso de Enriqueta se encontraba en fase de instrucción en esos momentos. El asesinato de la mujer no dio oportunidad de que en un juicio se supiese toda la verdad y todos los secretos que escondía"

https://es.wikipedia.org/wiki/Enriqueta_Mart%C3%AD

Anónimo dijo...

... Y en el caso de Eva Blanco Puig, Ahmed Chelh Gerj -el presunto culpable- se ahorca en su celda con los cordones de sus zapatillas.

Anónimo dijo...

Dos años antes y a unos 70 Km. de Avilés...

"De la muerte del niño degollado en Teverga, Ángel Álvarez, se ha declarado autor un muchacho de catorce años que ha ingresado ayer en la cárcel. La declaración que el nuevo detenido ha prestado ante el juez parece que está llena de contradicciones que le dan gran inverosimilitud. Ha manifestado que el lunes por la tarde encontró á Angel á quien llevó al lugar donde fué hallado el cadáver y, después de taparle la boca con un pañuelo y atarle de pies y manos, lo degolló, arrojándo la sangre al río. Estas manifestaciones se suponen falsas, pues, como se recordará, en el sitio donde se encontró el cuerpo del niño no había ni vestigios del hecho. A otras preguntas del juzgado no ha sabido contestar el supuesto autor del crimen. El juez instructor trabaja activamente en el descubrimiento del delito. Supónese que el muchacho que se ha presentado como autor está de acuerdo con los verdaderos responsables del asesinato para despistar á las autoridades y hacer que ganen tiempo los delincuentes"

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1915/06/14/024.html

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1915/06/10/018.html

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1915/06/11/025.html

"el procesado Lucinio González, de quince años, resentido con el niño Ángel Álvarez por haber éste hecho público que aquél había sustraído dos pesetas a una mujer y fruta de las huertas de varios vecinos, concibió el propósito de matarle (…) le ató a un árbol (…) colocose después detrás de la víctima, y sacando una navaja, le infirió en el cuello una herida de 15 centímetros, seccionándole la traquea (…) Añade que hizo todo esto atendiendo al mandato de Josefa Miranda (…) Después del crimen Josefa bebió sangre que manaba de la herida (…) De la prueba pericial se desprende que Ángel fue asesinado para extraerle la sangre"

El Imparcial. Diario Liberal. Viernes 11 de Febrero de 1916

Anónimo dijo...

"Ha fallecido en la prisión provincial Francisca Jover, coautora del asesinato de la niña Carmencita Mendivil (…) Hasta el último momento Francisca se negó a comer y hablar e igualmente se negó a confesarse ni recibir los demás auxilios espirituales. La muerte de Francisca hará variar los términos del proceso (…) Bartolomé Maruenda, esposo de Francisca, se encuentra en el hospital, paralítico, en grave estado y se teme que fallezca"

Heraldo de Madrid. 7 de noviembre de 1924

"Maruenda, en trance de muerte, dice que está arrepentido (…) Al conocer el fallecimiento de su esposa, ocurrido hace una semana (…) dice que está arrepentido del crimen"

La Voz. 18 de noviembre de 1924

"Muere otro de los autores del asesinato (…) ha fallecido en el hospital Bartolomé Maruenda, coautor de la violación y asesinato de Carmencita Mendivil (…) Muerto este individuo, sólo queda como figura saliente del proceso la doméstica de Bartolomé y Francisca"

Heraldo de Madrid. Jueves 20 de noviembre de 1924

Anónimo dijo...

"Ayer fue encontrado al pie de un olivo, en las inmediaciones de esta población, el cadáver de un niño de veintiocho meses, con la cabeza seccionada y las manos cortadas por el tercio inferior de ambos antebrazos (...) la Guardia civil supo por una confidencia que en la tarde del día 20 vieron al niño de la mano de un hijo de Manolico el Aguador. Fué detenido y dijo llamarse Antonio Medina, de diecisiete años. Interrogado, incurrió en bastantes contradicciones, y por fin declaró que en la mañana del día 20 se encontró con sus convecinos Miguel López, de veintinueve años, y Ramón Viñas, de treinta, los cuales le dijeron que si les buscaba un niño pequeño y se lo llevaba al olivar del Nacimiento, donde ellos lo esperarían, le harían un regalo de 50 céntimos. Medina aceptó, y a las siete de la tarde vio jugando en el paseo a varios niños, y acercándose al más pequeño le dio unas fruías, le cogió de la mano y lo llevó al sitio convenido. Allí, debajo de un olivo, se encontraban Miguel y Ramón. El primero amordazó al niño, y el segundo lo metió en un saco, entregó al Medina 50 céntimos por el encargo y le Invitaron a que les siguiera. Además le amenazaron con matarle si decía algo. Al llegar al sitio llamado de Los Almendrales, Miguel dijo: «Vamos a hacerlo aquí», contestando Ramón: «Bien estamos; ¿para qué queremos andar más?» Entonces Miguel sacó del bolsillo dos botellas de a litro y una taza de porcelana, y de la cintura una faca. Ramón colocó al niño en el suelo y se sentó encima del cuerpo, mientras Miguel le introducía el arma por el lado derecho del cuello hasta que asortió por el lado izquierdo, colocando en seguida la taza para recoger la sangre, que luego era trasladada a la botella. Después llevaron al niño a una alberca próxima, y volvieron a dejarlo en el sitio del crimen, marchándose los tres."

La Libertad (Madrid. 1919). 28/6/1933, página 3.

"La Guardia civil detuvo en Jódar al concejal de aquel Ayuntamiento Pedro Cano, al inspector de Policía y a dos guardias municipales (...) Continúan sin aparecer las botellas con sangre".

El Heraldo de Madrid. 3/7/1933, página 10.

"De las nuevas declaraciones prestadas por Miguel López Garrido, asesino del niño, se desprende que está complicado en el crimen el concejal del Ayuntamiento de Jódar Pedro Cano, quien ha sido detenido aun después de negar su participación en el crimen. Ingresó en la cárcel de Úbeda, acompañado de un sereno de Jódar, también detenido por sospechas (…) Ha resultado claramente demostrado que la sangre estaba destinada para alguien ignorado por el asesino, y que el desconocido había pagado bien por el sacrificio (…) Miguel ha manifestado que el concejal Pedro Cano estaba envuelto en una manta, junto al olivo donde el niño fue degollado. Se cree que en el asunto están complicadas algunas autoridades de Jódar"

La Voz (Madrid). 3/7/1933, página 12

"Se ha suicidado el autor del bárbaro crimen de Jódar (...) Ha aparecido ahorcado en la cárcel Miguel López, autor de la muerte del niño degollado en el pueblo de Jódar. La noticia fué negada obstinadamente a periodistas en la Inspección de Policía, en la Casa de Socorro y hasta en el mismo lugar donde ocurrió el suceso, haciéndose grandes comentarios sobre el silencio con que se pretende rodear este asunto"

El Heraldo de Madrid. 19/7/1933, página 11.

Anónimo dijo...

Que alguien le cuente al profesor Frontela que el uso de cloroformo no es único del sexo femenino, tal y como ha dicho en el caso de la niña Lucía Vivar. Cualquier varón que se preste, antes de desaparecer en la espesura del bosque, puede ir por ahí cloroformando a todo niñ@ viviente. Lo dijo en este caso un niño testigo y casi víctima. Y ya se sabe que los niños y los borrachos dicen siempre la verdad. No así los forenses.