viernes, 17 de mayo de 2013

María Amo González.





María Amo González, de 30 años, natural de Maliaño (Cantabria) y residente en la parroquia de Covelo (Pontevedra), desapareció el 24 de junio de 2012. Sufría un trastorno psiquiátrico. De ojos azules, medía 1,65 y pesaba 45 kilos, con cabello de color castaño, media melena y las puntas teñidas de color naranja. Dejó su piso "con lo puesto", por lo que sólo llevaba un pantalón vaquero claro, una camiseta blanca de tirantes y chanclas e iba indocumentada.


María vivió en Camargo (Cantabria) durante 21 años, estudiando en el colegio Torreanaz y en el IES de Muriedas.


Un piragüista encontro el cadáver de María sobre la arena de la playa de Laños (Poio, Pontevedra) el 30 de junio de 2012, sobre las diez y veinte de la mañana. Se encontraba boca abajo y su ropa apareció a varios metros del cuerpo y estaba “removida sobre la arena”, dispersada en un radio de unos cien metros. Su teléfono móvil estaba sobre uno de los pilares de piedra de la barandilla de acceso a la playa. Sin embargo, no se localizó el bolso que llevaba con las llaves de su casa.


Al parecer, su ex-novio declaró que el día anterior había recibido una llamada anónima, en la que le aseguraban haberla visto en las fiestas de San Pedro, en Sanxenxo. El comunicante describió perfectamente a la joven e incluso las ropas con las que fue vista por última vez, si bien los propios amigos comentaron que esos datos pudo obtenerlos de los carteles y de la información difundida en la campaña de búsqueda.


Según la autopsia oficial, practicada en el tanatorio de Caldas de Reis, la joven llevaba varios días muerta y no se halló ningún signo de violencia en el cuerpo.

María llevaba dos años en paro. Curiosamente, fue el viernes 29 de junio, el día anterior a que apareciera su cadáver, alguien intentó ponerse en contacto con ella para ofrecerle un trabajo.

La madre de María, Margarita González, que reside en Cantabria, es enfermera y trabajó en el Hospital Sierrallana, se trasladó a Galicia para repatriar a Cantabria las cenizas de su hija.

¿Por qué estaba la ropa desperdigada? ¿Y el móvil a la entrada de la playa? Si María se ahogó, ¿por qué estaba tendida sobre la arena de la playa? ¿Por qué tanta prisa en incinerar el cadáver? ¿Por qué no estaba su bolso?

1 comentario:

Anónimo dijo...

No soy capaz de conseguir que algo así me entre en la cabeza... Si hace años se informaba que con las nuevas tecnologías iba a ser más facil localizar a los desaparecidos (para muestra un botón). El móvil no estaba tirado en la arena sino en la barandilla ¿? Encendido, apagado, descargado... Desapareció el día 24 y apareció el 30, llevaba varios días muerta... cuántos? 2, 6? Y la ropa? también se le "cayó" a causa de la putrefacción?
O soy muy curiosa/preguntona, o la gente se conforma con nada...