Como continuación al post anterior sobre el mismo tema, el drama de los niños desaparecidos, esta vez presento un nuevo artículo, publicado por la revista "Time" el 28 de noviembre de 1977. Ya ha llovido desde entonces, pero nada ha cambiado. O, si acaso, ha cambiado a mucho peor. Poco a poco iremos descubriendo a dónde nos conduce éste entramado y cuáles son sus fines, todavía mucho más siniestros de lo que parece.
Time. Nacional: Juventud a la venta en las calles
Lunes, 28 de noviembre de 1977
• Cada vez más, los niños que escapan de su hogar caen en la trampa de la prostitución.
En San Francisco, la semana pasada, un pederasta convicto fue arrestado bajo la acusación de dirigir una red de prostitución infantil que podría afectar a unos 30 niños. El sargento de policía George Huegle, que hizo la detención, dijo que los niños fueron trasladados para ver a clientes en varias partes de la ciudad, siendo "expuestos como ganado, desnudos". Tanto en el lado norte como en el sur de Chicago, operan distintas redes de niñas prostitutas, muchas de los cuales sólo tienen doce años de edad. Algunas de las pre-adolescentes ganan 200 dólares por noche. En Los Angeles, la policía estima que hasta 3.000 niñas y niños menores de 14 años se dedican a la prostitución. En el distrito Montrose de Houston, los adolescentes venden sus servicios sexuales frente a los otrora grandiosos y ahora envejecidos hogares.
Una nueva y alarmante ola de prostitución de adolescentes y menores de edad ha golpeado a los Estados Unidos, no sólo en las grandes ciudades sino también en las pequeñas ciudades de Dakota, la zona de la minería del hierro de Minnesota, Kentucky, Nueva Inglaterra y otros lugares. Algunas de las prostitutas jóvenes viven en su propia casa y se venden por una miseria. Pero la mayoría son fugitivas. Por lo general son producto de hogares rotos y de la brutalidad, a menudo infligida por padres alcohólicos o drogadictos. Huyen hacia las calle, usan sus cuerpos para sobrevivir y luego, apaleadas por los proxenetas y privadas de su autoestima, viven con miedo a las represalias si intentan escapar de la red.
La ciudad de Nueva York es la que tiene el mayor problema de prostitución juvenil. La policía calcula que hasta 20.000 niños menores de 16 años están en las calles de la ciudad, y muchos están disponibles para el comercio sexual. Alrededor de 800 proxenetas explotan a estos jóvenes, proporcionándoles comida, ropa y alojamiento- y a cambio exigen lealtad total y casi todos sus ingresos.
Investigando si el crimen organizado se ha involucrado en la prostitución juvenil, el comité legislativo sobre delincuencia del Estado de Nueva York escuchó la semana pasada los testimonios de jóvenes prostitutas y de funcionarios de la policía y del bienestar social. El comité descubrió que la mafia había iniciado el retorno a la prostitución, que había abandonado en gran medida en los años 30 en favor de las más lucrativas redes de tráfico de drogas y préstamos usurarios. Se dice que la familia mafiosa de los Genovese controla la mayor parte de los bares de "topless" y "bottomless", 1 en donde las jóvenes bailarinas son atraídas a la prostitución. Se cree también que los agresores son propietarios de hoteles de "servicio rápido" donde las prostitutas trabajan y están expandiendo su control sobre los numerosos salones de masaje de Nueva York. Además, la familia mafiosa de los Gambino está muy interesada en el negocio de pornografía infantil.
1 Literalmente, "sin parte de arriba" y "sin parte de abajo." (Nozick).
1 Literalmente, "sin parte de arriba" y "sin parte de abajo." (Nozick).
Los legisladores también descubrieron evidencias de redes movibles de proxenetas que reclutan niñas y niños en varias ciudades y los trasladan de un área a otra en un circuito que abarca todo el país, para evadir a la policía. Los jóvenes a menudo terminan en Nueva York. El vínculo especial más sensacional que encontró el comité fue la "conexión de Minneápolis", en la cual muchachas jóvenes de esa ciudad, en sí misma un imán para los niños huidos de sus hogares de gran parte del Medio Oeste, se trasladan a Nueva York en tan gran número que a una parte de la 8ª Avenida de Manhattan se la conoce desde hace mucho tiempo como "la franja de Minnesota". La policía de Minneápolis afirma que hasta 400 menores de esta zona se trasladan cada año a otras ciudades, y la mayoría terminan dedicándose a la prostitución en Nueva York.
El comité escuchó a un oficial de la policía de Minneápolis que había llegado a Manhattan para convencer a las jóvenes prostitutas del Medio Oeste para que regresaran al hogar paterno o se trasladaran a "casas seguras", en donde estarían protegidas de sus proxenetas. El oficial había fracasado -en gran parte porque tras publicarse su visita 2 las chicas habían desaparecido temporalmente de las calles-, pero él y algunas de sus jóvenes prostitutas previamente liberadas contaron historias angustiosas.
2 "During much of the 1970s, New York City’s notorious Eighth Avenue was known as the “Minnesota Strip,” a place where teenaged runaways from the Upper Midwest were lured into lives of prostitution. On November 7, 1977, a pair of Minneapolis vice cops, Alfred Palmquist and Gary McGaughy, began searching the strip for exploited young women who wanted to go home. Their mission generated nationwide publicity but produced few tangible results." (F4)
2 "During much of the 1970s, New York City’s notorious Eighth Avenue was known as the “Minnesota Strip,” a place where teenaged runaways from the Upper Midwest were lured into lives of prostitution. On November 7, 1977, a pair of Minneapolis vice cops, Alfred Palmquist and Gary McGaughy, began searching the strip for exploited young women who wanted to go home. Their mission generated nationwide publicity but produced few tangible results." (F4)
Dos ejemplos:
KAREN, de 14 años, conoció a un proxeneta en el centro de Minneápolis un día a las 10 de la mañana. La invitó a desayunar, la llevó a un apartamento y la acostó. Al día siguiente se peleó con sus padres por haber pasado fuera de casa la mayor parte de la noche, así que se escapó para ver a su nuevo amigo. Le dijo que tendría que trabajar en la calle para quedarse con él y robarle dinero a sus clientes para costear su billete de autobús a Chicago. Una vez allí, ganó otros 800 dólares en tres semanas. Los dos se trasladaron a Manhattan, donde ella se ofrecía a los hombres junto a hoteles de lujo, robándoles cuando podía. Harta de esa vida tras seis semanas, trató de dejar a su proxeneta, pero él le rompió la mandíbula. Después de su hospitalización, la obligó a volver a trabajar a la calle para él, con la mandíbula todavía sujeta con cables. Tras fracasar un intento de suicidio, llamó a sus padres y huyó de Nueva York. En diez semanas había proporcionado a su proxeneta unos 4.000 dólares.
CLARE, de 16 años, habiendo huido de su casa, conoció a un proxeneta en la avenida Hennepin de Minneápolis y se fue a vivir con él. La persuadió de que saliera a las calles. "No me dejaba entrar en la casa a menos que le llevara 150 dólares al día", recordaba. Después de ser arrestada por prostitución, ella y su chulo volaron hacia Nueva York, donde trabajó durante 16 meses. Allí ganó al menos 100.000 dólares, de los cuales ahorró sólo 800. Fue detenida 42 veces por prostitución y una vez por hurto mayor ("Fue una sucia jugada de uno que quería que le devolviera el dinero"), pero no pasó en la cárcel ni un sólo día. Cuando trató de volver a su casa, el chulo le dio tal paliza que fue hospitalizada.
El comité también escuchó el testimonio del Padre Bruce Ritter, un sacerdote franciscano que dirige un refugio privado de Nueva York para fugitivos, fundado por él mismo. Habló de un chico de 14 años que había sido retenido durante seis semanas por un proxeneta en un hotel de Times Square, que persiguió al niño cuando trató de escapar hasta el mismísimo refugio del padre Ritter, intentando atacar al joven con una botella rota.
Como resultado de las audiencias, la legislatura de Nueva York considerará un proyecto de ley que obligue a los jueces a sentencia a todos los proxenetas condenados, clientes y sus prostitutas a las penas de prisión mínimas permitidas por las leyes estatales existentes. La policía de Chicago está tomando medidas contra los proxenetas, acusándolos de los delitos de "abordar a una prostituta menor de edad" y "proxenetismo juvenil". Al expandir la Ley Mann el mes pasado para que se aplique tanto a los niños como a las niñas, el Congreso facilitó combatir el traslado de jóvenes varones a través de las fronteras estatales con fines inmorales -una práctica en la que el crimen organizado está cada vez más involucrado.
Pero no hay respuestas simples o remedios sencillos. Hay que encontrar formas de atraer a los fugitivos hacia refugios seguros donde puedan ser atendidos y aconsejados. Sin duda, las penas para los adultos que explotan jóvenes con fines sexuales deben ser reforzadas y de obligado cumplimiento.
Traducido del inglés por Nozick.
Artículo original
Time. The Nation: Youth for Sale on the Streets
Monday, Nov. 28, 1977
• Increasingly, runaway kids are snared into prostitution
In San Francisco last week, a convicted child molester was arrested on a charge of running a child prostitution ring that may have involved 30 boys. Police Sergeant George Huegle, who made the arrest, said that the kids were brought to customers in various parts of the city and were "exhibited like livestock, naked." On both the North and South sides of Chicago, separate rings of girl prostitutes, many of them only twelve years old, are at work. Some of the pre-teens earn $200 nightly. In Los Angeles, police estimate that up to 3,000 girls and boys under the age of 14 are engaged in prostitution. In Houston's Montrose district, teen-agers sell their sexual services in front of once grand but now aging homes.
A new and alarming wave of prostitution by teen-agers and young children has struck the U.S., not only in the big cities but also in the small towns of the Dakotas, the Minnesota iron range, Kentucky, New England and elsewhere. Some of the young prostitutes live at home and turn tricks merely for pocket money. But most are runaways. Typically, they are the products of broken homes and brutality, often inflicted by alcoholic or drug-addicted parents. They take to the streets, use their bodies for survival and then, beaten by pimps and bereft of selfesteem, live in fear of reprisal if they attempt to escape the racket.
New York City has the biggest juvenile prostitution problem. Police estimate that as many as 20,000 runaway kids under 16 are on the city's streets, and many are available for commercial sex. Some 800 pimps prey on these youngsters, provide them with food, clothing and lodging —and demand total loyalty and almost all their earnings in return.
Investigating whether organized crime has moved into juvenile prostitution, the New York State select legislative committee on crime last week heard testimony from young prostitutes and concerned police and social welfare officials. The committee found that the Mafia has begun moving back into prostitution, which it had largely abandoned in the 1930s in favor of more lucrative drug and loan-sharking rackets. Mobsters of the Genovese Mafia family are alleged to control many of the topless and bottomless bars, where youthful dancers are enticed into prostitution. The racketeers are also believed to own quick-turnover hotels where prostitutes work and are expanding their control of New York's numerous massage parlors. In addition, the Gambino Mafia family has a large interest in the child pornography business.
Legislators also uncovered evidence of loose networks of pimps who recruit girls and boys in various cities and move them from area to area in a nationwide circuit to keep a step ahead of police. The youngsters often end up in New York. The most sensational special link the committee found was the "Minneapolis connection," in which young girls from that city, itself a magnet for runaways from much of the upper Midwest, move into New York in such large numbers that a section of Manhattan's Eighth Avenue has long been known as "the Minnesota Strip." Minneapolis police claim that up to 400 juveniles a year from the area are lost to other cities, with most of the youths winding up in prostitution in New York.
The committee heard from a Minneapolis police officer who had come to Manhattan to coax young Midwest prostitutes to return to their parents or to "safe houses," where they would be protected from their pimps. The officer had failed—largely because publicity about his visit took the girls temporarily off the streets—but he and a few of his previously liberated young streetwalkers told harrowing stories.
Two examples:
KAREN, 14, met a pimp in downtown Minneapolis one day at 10 a.m. He bought her breakfast and took her to an apartment and bedded her. Next day she quarreled with her parents over having stayed out most of the night, so she ran off to see her new friend. He said she would have to work the street to stay with him and steal money from her customers so she could get their bus fare to Chicago. Once there, she earned another $800 in three weeks. The two moved on to Manhattan, where she picked up men around luxury hotels, robbing them when she could. Sick of the life after six weeks, she tried to leave her pimp, but he broke her jaw. After hospitalization, she was forced back on the streets by him with her jaw wired shut. When an attempt to kill herself failed, she phoned her parents and fled New York. In ten weeks she had provided her pimp with some $4,000.
CLARE, 16, having run away from home, met a pimp along Minneapolis' Hennepin Avenue and moved in with him. He persuaded her to hit the streets. "He wouldn't let me come into the house unless I brought him $150 a day," she recalled. After she was arrested for prostitution, she and her pimp flew to New York, where she worked for 16 months. She collected at least $100,000, of which she saved only $800. She was arrested 42 times for prostitution and once for grand larceny ("It was a trick who wanted his money back") but never served a day in jail. When she tried to return home, the pimp beat her so badly that she was hospitalized.
The committee also heard from Father Bruce Ritter, a Franciscan priest who founded and runs a private New York City shelter for runaways. He told of the 14-year-old boy who had been held prisoner for six weeks in a Times Square hotel by a pimp, who chased the fleeing boy right into Ritter's center, trying to maim the youngster with a broken bottle.
As a result of the hearings, the New York legislature will consider a bill requiring judges to sentence all convicted pimps, "Johns" and their prostitutes to the minimum jail sentences allowed under existing state laws. Chicago police are cracking down on pimps, charging them with the felony crimes of "soliciting for a juvenile prostitute" and "juvenile pimping." By expanding the Mann Act to apply to boys as well as girls, Congress last month made it easier to combat the transporting of young males across state lines for immoral purposes —a practice in which organized crime is increasingly involved.
But there are no simple answers or ready remedies. Ways need to be found to lure runaways into safe havens where they can be cared for and counseled. Certainly the penalties for those adults who exploit the young for sex must be stiffened —and uniformly enforced.
Fuentes:
- http://content.time.com/time/magazine/article/0,9171,919146,00.html?iid=sr-link1
- https://ephemeralnewyork.wordpress.com/2009/09/21/1970s-eighth-avenue-the-minnesota-strip/
- Barbara Amaya. Nobody's girl: a memoir of lost innocence, modern day slavery and transformation. Animal Media Group, 2015. ISBN 978-0-99125502-3
- Significant and not-so-significant events from Minnesota's most unappreciated decade: http://mn70s.tumblr.com/post/66209963630/minnesota-strip-new-york-city-mid-1970s-by
- The 'Minnesota Pipeline' Sends Teenage Hookers to New York, and Al Palmquist Wants to Plug It: http://people.com/archive/the-minnesota-pipeline-sends-teenage-hookers-to-new-york-and-al-palmquist-wants-to-plug-it-vol-8-no-25/
- Minnesota Strip (Eighth Avenue, near Port Authority Bus Terminal): http://www.barrypopik.com/index.php/new_york_city/entry/minnesota
- Child Sex Trafficking on the Internet- "Selling the Girl Next Door" documentary: https://www.youtube.com/watch?v=fFRZ1NDR0Rc
8 comentarios:
La frase se usó en el título de la película de 1980, Off the Minnesota Strip, protagonizada por Hal Holbrook y presentando a Mare Winningham como un fugitivo adolescente que regresa a su casa en Minnesota después de años de trabajar como prostituta en Nueva York. La película para la televisión ganó el Emmy 1980 por la 'Escritura con sobresaliente en una serie limitada o especial' para el escritor David Chase.http://www.imdb.com/title/tt0081264/
Leyendo este artículo recordé otra peli famosa, "Bugsy Malone". Todo bien, es un musical de Alan Parker, pero... Siempre me pregunté la razón de usar para su rodaje sólo actores niños. Puede que tenga un otro trasfondo.
Has visto lo del diente, Nozick?
Por supuesto, pero gracias por comentarlo.
Taxi driver es un pequeño reflejo, misma época.
Hasta donde vamos a llegar?
http://internacional.elpais.com/internacional/2017/02/22/estados_unidos/1487733344_889562.html?id_externo_rsoc=FB_CM
El lugar de este miserable es el presidio por apología de la pederastia. Invocar la libertad de expresión al respecto es una broma de mal gusto.
Programa Espejo Público de hoy 1 de Marzo, a partir de las 11 de la mañana. La chica desaparecida habia ido a un acto político, mirad la cara de los contertulios...se quedan hechos un cuadro.
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